Dentro del transmedia storytelling, el término expansión se refiere al crecimiento de un universo narrativo mediante la adición de tramas, personajes y contextos. En el caso de los videojuegos, este fenómeno se observa en estrategias de serialidad e intertextualidad radical.
Serialidad
La serialidad ha sido una práctica narrativa desde los inicios de la literatura y el cine. Jenkins (2011) la define como una narración que se desarrolla a lo largo del tiempo mediante un proceso de segmentación y dispersión. Central en este proceso es la creación de un gancho narrativo o cliffhanger que motive a la audiencia a seguir consumiendo la historia.
En el transmedia storytelling, la serialidad no ocurre dentro de un solo medio, sino que se distribuye a través de múltiples formatos. Un caso emblemático es la franquicia Dead Space, que en su lanzamiento combinó un videojuego (Dead Space, 2008) con un cómic precuela, una película de animación y un ARG promocional (No Known Survivors). Este modelo de producción síncrona empleó productos de menor coste para fortalecer la narrativa central del videojuego, integrando los elementos en una estructura transmedia coherente.

Intertextualidad radical
La intertextualidad radical es la conexión explícita entre productos transmedia a través de personajes, eventos y referencias compartidas. En Dead Space, los distintos productos no solo se relacionan en términos de serialidad, sino que también comparten elementos narrativos y estilísticos que refuerzan la cohesión del universo. Los protagonistas, los antagonistas y los artefactos centrales de la historia aparecen en cada uno de los medios, permitiendo a la audiencia reconocer y conectar los fragmentos dispersos de la narrativa global.