No todas las historias pueden trasladarse con éxito a cualquier medio. Aarseth observa que los géneros con mayor presencia en videojuegos suelen incluir acción, ciencia ficción, horror y guerra, ya que ofrecen un espectáculo espacial que se presta a la exploración interactiva. A estos se pueden añadir los géneros de fantasía y aventura, además de las adaptaciones de películas de animación orientadas a un público infantil, que suelen reforzar el aspecto lúdico.
David Alpert y Rick Jacobs identifican tres factores clave en la selección de historias para la adaptación a videojuegos:
- Personajes icónicos, figuras reconocibles que generan un vínculo inmediato con el público.
- Un universo narrativo rico, con escenarios que ofrecen múltiples posibilidades de exploración.
- Una alta adaptabilidad del texto de origen, conceptos que pueden traducirse en mecánicas de juego atractivas.

Si bien el relato de una película es difícil de trasladar íntegramente a un videojuego, sí pueden adaptarse sus personajes, universo y eventos clave. De manera inversa, las adaptaciones cinematográficas de videojuegos suelen expandir los personajes y el trasfondo del mundo ficcional, modificando la estructura del relato original para adecuarlo a su nuevo medio.