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5.3 Los videojuegos como experiencia inmersiva

Los videojuegos presentan varias ventajas para la materialización de los mundos transmediales:

  • Interacción directa: permiten que el jugador sea parte del universo, en lugar de experimentarlo desde afuera.
  • Componentes sociales: los videojuegos multijugador fomentan la interacción entre jugadores con un conocimiento común del mundo transmedial.
  • Exploración del entorno: posibilitan recorrer el mundo transmedial en tiempo real, dotándolo de una dimensión experiencial.

Klastrup y Pajares Tosca analizan el videojuego The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring (Surreal Software, 2002) en función de estos principios. Observan que, aunque el juego respeta el mythos y el topos de la Tierra Media, su implementación del ethos es deficiente. La jugabilidad impone tareas repetitivas y mecánicas ajenas a la heroicidad esperada de los personajes, rompiendo la coherencia del universo y afectando la inmersión del jugador.

Para las autoras, los videojuegos transmediales deben evitar imponer relatos cerrados e inalterables. La mayor satisfacción para los jugadores proviene de la sensación de libertad, por lo que es preferible que los relatos fundacionales se desarrollen en otros medios (literatura, cine), dejando a los videojuegos la posibilidad de expandir y explorar el universo de manera interactiva.