Las investigadoras Lisbeth Klastrup y Susana Pajares Tosca introdujeron en 2004 el concepto de mundo transmedial (transmedial world), una idea que han desarrollado en trabajos posteriores. Definen estos mundos como:
Sistemas abstractos de contenido desde los cuales un repertorio de relatos ficcionales y personajes pueden ser actualizados o derivados a través de una variedad de medios. Lo que caracteriza a un mundo transmedial es que su audiencia y diseñadores comparten una imagen mental de su worldness (una serie de características distintivas de su universo). La idea de un worldness específico se origina principalmente en la primera versión del mundo presentado, pero puede evolucionar y cambiar con el tiempo. Con frecuencia, estos mundos cuentan con una comunidad de seguidores a través de distintos medios. (Klastrup & Tosca, 2004, p. 409, nuestra traducción)
Según esta teoría, los mundos transmediales son imágenes mentales compartidas por los fans y desarrolladores, formadas a partir de todas las iteraciones de una franquicia en distintos medios. Así, el universo de El Señor de los Anillos no se limita a las novelas de Tolkien (El Hobbit, El Silmarillion), sino que se ha expandido a través de películas, juegos de mesa, videojuegos, álbumes gráficos y fan fiction. Cuando los seguidores interactúan con nuevas representaciones de estos mundos, evocan su imagen mental colectiva, dotando de significado a cada nueva versión.
Klastrup y Pajares Tosca diferencian su concepto del transmedia storytelling de Jenkins, ya que mientras este último se enfoca en un relato distribuido en distintos medios, su visión de los mundos transmediales pone el énfasis en la construcción de un universo compartido que no depende de una única historia.