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5. Universos jugables y mundos transmediales

Una de las mayores contribuciones de los videojuegos al transmedia storytelling es la posibilidad de experimentar los mundos ficcionales desde dentro, como jugadores. Mientras que en otros medios como el cine, la literatura o incluso los juegos de rol, la audiencia vive las historias de manera vicaria, en los videojuegos se nos permite interactuar directamente con el entorno y asumir un papel dentro del universo narrativo.


Por ejemplo, podemos leer El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien, ver las adaptaciones de Peter Jackson o la serie The Rings of Power (Amazon, 2022), pero nunca seremos parte de ese mundo de forma activa. En una partida de rol o un LARP (Live Action Role Play), podemos interpretar un personaje, pero la evocación del universo dependerá en gran medida de nuestra imaginación. En cambio, los videojuegos nos permiten recorrer la Tierra Media, explorar el universo de Star Wars o sumergirnos en la oscuridad del asilo Arkham en Gotham, con un nivel de inmersión visual y mecánica que otros medios no pueden igualar. Para que esta experiencia sea efectiva, el diseño del juego debe trasladar los elementos esenciales del mundo transmedial al entorno interactivo.