Existen variantes en el diseño de objetivos clásico como, por ejemplo, su diseño en juegos de mundo abierto o narrativa ramificada. De modo que, en estos casos, los objetivos pueden ser:
- Paralelos: Múltiples metas pueden cumplirse simultáneamente.
- Excluyentes: Lograr ciertos objetivos puede cerrar otras opciones, fomentando decisiones significativas.
- Emergentes: Generados por las acciones de los jugadores o el sistema de juego, como formar alianzas o gestionar recursos en juegos de estrategia.