Los objetivos en los videojuegos son las metas que los jugadores deben alcanzar para progresar o completar el juego. Estos objetivos proporcionan un sentido de dirección, contexto y motivación, guiando las acciones del jugador y transformando dichas acciones en una experiencia significativa.
Los objetivos pueden estar intrínsecamente ligados a la narrativa, dando peso emocional a las acciones del jugador. Por ejemplo, en The Last of Us, los objetivos no solo son físicos (llegar a un destino), sino también emocionales, como proteger a Ellie (ver Figura 1).

Los objetivos son el punto de partida del diseño del videojuego, puesto que de ellos se derivarán las posibles mecánicas a diseñar e implementar (para alcanzar dichos objetivos). Además, éstos serán muy dependientes del tipo o género del juego en cuestión, puesto que muchos de esos objetivos vendrán predeterminados según dicho género. Ejemplo: en un juego de carreras el objetivo, generalmente será llegar a una meta antes que unos rivales o antes de que se consuma un tiempo límite.
La innovación en el juego, llegará en muchas ocasiones por la definición de objetivos diferentes a los habituales dentro de un género.