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4. Jugabilidad en Videojuegos: La Clave de la Experiencia Lúdica

La jugabilidad, también conocida como "gameplay" en inglés (Bjork and Holopainen, 2005), se refiere a la experiencia interactiva y emocional que un jugador tiene al interactuar con un videojuego. Esencialmente depende de la combinación de mecánicas (control del juego) y objetivos (retos y recompensas), si bien también se ve afectada por la narrativa y el aspecto gráfico y sonoro del videojuego, que repercuten en la experiencia emocional del jugador.

Las mecánicas y la jugabilidad están muy relacionadas, ya que de las primeras depende la segunda. Se podría hacer la analogía de que las mecánicas son los "ladrillos" que construyen el juego, mientras que la jugabilidad es el "edificio" que percibe el jugador. Sin embargo, unas mecánicas bien diseñadas no garantizan una buena jugabilidad si no están integradas adecuadamente en una experiencia coherente y atractiva. Por ejemplo, si un juego tiene una mecánica de salto muy precisa, pero el diseño del nivel es frustrante o no intuitivo, la jugabilidad puede verse afectada negativamente.

Un ejemplo muy ilustrativo que muestra estos dos conceptos, sería en The Legend of Zelda: Breath of the Wild:

  • Mecánicas: Escalar, cocinar, combatir, planear con la paravela.
  • Jugabilidad: La sensación de libertad al explorar el mundo abierto, la creatividad al resolver puzles, la emoción de descubrir secretos escondidos.

La jugabilidad es, en gran medida, el elemento que determina si un juego será recordado o pasará desapercibido. Incluso con gráficos impresionantes y una narrativa profunda, un juego con mala jugabilidad puede frustrar a los jugadores.

Un ejemplo claro es Dark Souls, donde la dificultad elevada y las mecánicas de combate intrincadas contribuyen a una experiencia desafiante pero gratificante. En contraste, juegos con controles poco responsivos o desequilibrados suelen recibir críticas negativas.

Curiosidad

La jugabilidad en los videojuegos ha sufrido una clara evolución desde los días de Pong hasta los juegos actuales. Algunos hitos incluyen:

  • Años 80 y 90: La jugabilidad se centraba en desafíos arcade y sistemas de puntuación.
  • Años 2000: La narrativa y la inmersión se volvieron centrales.
  • Años 2010 en adelante: La personalización y la jugabilidad emergente dominan el diseño de juegos modernos.