Tres diosas se postulan para competir por la manzana: Atenea, Hera y Afrodita, de modo que Zeus, a fin de evitar conflictos con sus hijas y esposa, ordena a Hermes que lleve a las diosas ante Paris para dé su veredicto (fig. 6, 7, 8). Este, también llamado Alejandro, era uno de los 50 hijos de Príamo, el rey de Troya, pero cuando su madre Hécuba estaba encinta, vio en sueños que paría un tizón ardiendo y la visión se interpretó como que el hijo sería la destrucción de Troya. Paris es abandonado al nacer y criado por unos pastores del monte Ida, donde tuvo lugar el certamen de las diosas. Cada una de ellas ofreció al joven algo a cambio de la manzana: Atenea sabiduría, Hera poder y Afrodita a la mujer más bella en general o Helena en particular, de modo que Paris le concede a esta la victoria, se gana para siempre la enemistad del resto y da pie, como veremos, a la guerra de Troya.
Las guerras míticas
1.4. El juicio de Paris
Obra publicada con Licencia Creative Commons Reconocimiento Compartir igual 4.0