Una manera de mejorar la propuesta de valor sostenible es analizando las formas de valor económico, social y medioambiental que el modelo de negocio actual no capta, con el fin de reconfigurar actividades, recursos e interrelaciones para captarlo. En este sentido, con respecto a lo que el negocio ofrece a cada segmento de clientes, cabe analizar:
- Qué sobra y además genera un impacto negativo medioambiental/social.
- Qué falta y podría generar más valor medioambiental/social.
- Qué existe, pero no se explota y por tanto deja de proporcionar valor.
- Qué existe, pero destruye valor porque tienen un impacto negativo en las personas y el medioambiente.
Una vez analizado el valor no captado, se pueden identificar las fuentes de oportunidades para captar nuevo valor en cada una de las fases del ciclo de vida del producto/servicio y para cada segmento de clientes.
Pensando en las fuentes de valor de un producto/servicio (novedad, desempeño, customización, precio, diseño, usabilidad, accesibilidad, etc.) desde la perspectiva del valor no captado, preguntas como las siguientes pueden ayudar a identificar oportunidades para crear y captar valor sostenible:
- ¿Qué nuevos elementos pueden hacer que el producto/servicio ofrecido sea más sostenible?
- ¿Qué funcionalidades del producto/servicio ofrecido pueden hacer que su uso sea más sostenible?
- ¿Cómo podría la customización del producto reducir los residuos y/o proporcionar mayor valor social?
- ¿Cómo podría el diseño del producto reducir la generación de residuos? ¿El producto se puede diseñar sobre una base modular que combine una base duradera con componentes reemplazables?
- ¿Se puede transformar el producto ofrecido en un servicio, reduciendo de esta forma los residuos?
- ¿Cómo se podría escalar la solución sostenible para maximizar sus beneficios para la sociedad y el medioambiente?