Introducción
En el Panteón Olímpico había diosas de dos generaciones: las mayores, Hestia, Hera y Deméter eran hijas de Rea y Crono; las más jóvenes, de Zeus con distintas diosas: Hebe e Ilitía con Hera, Perséfone con Deméter, Ártemis con Leto y Atenea con Metis; Afrodita nació de Zeus y Dione, o bien del Mar fecundado por el esperma de Urano. En este Panteón femenino, Hera, Deméter y Afrodita, sexualmente activas y con descendencia, simbolizan el matrimonio, la maternidad y el erotismo, respectivamente. En cuanto a las diosas vírgenes, Hestia se identifica con el fuego del hogar y el espacio doméstico, Ártemis, la cazadora montaraz, tutela a los jóvenes y comparte con Ilitia la asistencia a los partos; Atenea protegía las ciudades, dirigía a los hombres en el campo de batalla, enseñaba los oficios y acompañaba a los héroes. Perséfone y Hebe representan situaciones de tránsito: la primera alterna el papel de esposa de Hades con el de hija soltera de Deméter; Hebe, por su parte, actúa como copera de su padre hasta su casamiento con Heracles.