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1.3. Novela y fotografía: dispositivos foto-literarios, foto-novelas y anexos

 

Para entender la relación entre novela y fotografía es importante ir al origen de estas manifestaciones. La primera novela que incorpora imágenes fotográficas con un claro propósito estético es Bruges-la-Morte (1892), de Georges Rodenbach. Esta novela simbolista incluye en su edición original publicada por la casa Flammarion una serie de fotografías que además tienen la particularidad de ser no ficcionales. Es decir, estas fotografías no fueron creadas para formar parte del libro, sino que son postales de la ciudad de Brujas, la cual es el escenario y un elemento fundamental de la novela. Por lo tanto, estas imágenes no funcionan como ilustraciones fotográficas del texto, sino que son completamente independientes y tienen un uso más experimental, interrelacionándose con el texto a nivel metafórico o simbólico, de igual a igual.

Fuente: Bruges-la-Morte (1892) de Georges Rodenbach
https://writingwithimages.com/georges-rodenbach-bruges-la-morte/

Este uso experimental también aparecerá en otras obras como Nadja (1928) del autor vanguardista André Breton, pero también se podrá ver un uso ilustrativo, como se ha mencionado, en otros textos como La dame turque de Jean Lorrain (1898), Orlando (1928) de Virginia Woolf, o muchas de las obras de Julio Verne, por ejemplo. También, este fenómeno experimental se vincula a la parte más artística de ciertos textos, contando con ejemplos más contemporáneos como Vértigo (1990) o Austerlitz (2001) de W. G. Sebald, o incluso con el uso ensayístico y autobiográfico de Bélgica (2011), de Chantal Maillard.  Por supuesto, los libros de artista y novelas de artista que ya comentamos anteriormente también tienen un largo desarrollo en la utilización de la fotografía.

Fuente: Bélgica (2011) de Chantal Maillard
https://cloud10.todocoleccion.online/libros-segunda-mano-literatura/tc/2022/12/09/12/380801889_469236679_tcimg_580F3A45.jpg

A toda esta variedad se añade un tipo de obras que se denominan, más específicamente, foto-novelas. Según el teórico belga Jan Baetens, las foto-novelas corresponderían a aquellos textos con disposiciones similares al diseño de página característico de los cómics, pero que cuentan con imágenes fotográficas en lugar de imágenes dibujadas. Sus historias, además, solían tratar temas similares a la novela rosa, y estaban tradicionalmente dirigidas a un público femenino (Baetens, 2017: 7), aunque esto ha evolucionado y se han abierto a todo tipo de temáticas y formatos.

Fuente: Fotonovela Nel fondo del cuore (1947).
https://www.revue-textimage.com/07_varia_3/baetens1.html

En su desarrollo más experimental, el género de la fotonovela ha derivado en múltiples variaciones, tanto de contenido como de formato, llegando a existir casos de foto-novelas en las que no hay ningún texto, como en Fugues (1983) o Droit de regards (1985), de Marie-Françoise Plissart.

Fuente: Droit de regards (1985) de Marie-Françoise Plissart
https://lesimpressionsnouvelles.com/catalogue/droit-de-regards/

Finalmente, esta vinculación híbrida entre novela, diseño gráfico y fotografía nos acercaría al género de la denominada, propiamente, como “novela visual”.

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