El siguiente paso es la elaboración del turnaround, que consiste en dibujar o modelar el personaje desde distintas vistas: frontal, lateral, trasera y, a veces, incluso en un ángulo de tres cuartos. Esto es vital para quienes trabajan en equipo, pues brinda al modelador 3D o al animador una referencia clara de cómo se ve el personaje desde todas las perspectivas. Incluso trabajando en solitario, el turnaround sirve como guía para mantener la coherencia en las proporciones al dibujar al personaje en distintas poses y escenas.
Un buen turnaround requiere planificación. Primero se define la altura total del personaje y se establecen puntos de referencia, como la línea de los ojos, el nivel de la cadera y la posición de las rodillas. Luego, se trazan guías horizontales que ayuden a alinear cada uno de estos puntos en las vistas frontal, lateral y trasera. De esta manera, se evita que la cabeza quede más grande en una vista que en otra, o que los pies se vean desproporcionados al rotar el personaje. Para mantener la consistencia, una vez dibujada la figura frontal, se invierte y se dibuja la vista trasera respetando estrictamente la silueta. Una vez se tienen estas dos vistas, se traza el perfil respetando las guías y la posición de los elementos principales. En caso de personajes asimétricos, se invierte el perfil para dibujar la otra vista y se modifican las diferencias.