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3.3 Psicología, morfología, asociaciones visuales y uso de referentes humanos

El diseño de personajes combina elementos artísticos, psicológicos y culturales para dar vida a figuras que no solo resulten atractivas a nivel visual, sino también significativas a nivel emocional. Esta práctica se basa en teorías como los modelos psicológicos y neurobiológicos, el análisis de la morfología, y las asociaciones visuales entre rasgos físicos y psicológicos. Además, el uso de referentes humanos permite dotar de realismo y profundidad a los personajes, logrando que sean memorables y creíbles dentro de sus historias.

Psicología

La psicología es un pilar fundamental en el diseño de personajes, ya que influye en cómo quienes juegan los perciben y se relacionan con ellos. Carl Gustav Jung describió en 1954 los arquetipos universales, como el héroe, el mentor o el villano, patrones profundamente arraigados en el inconsciente colectivo que permiten a las personas que juegan identificar rápidamente el rol y las motivaciones de cada figura, facilitando la conexión emocional. Desde la perspectiva neurobiológica, el diseño de personajes se beneficia del conocimiento sobre cómo el cerebro humano procesa rostros y emociones. Investigaciones como las de Adolphs (2002) revelan que ciertas proporciones y expresiones faciales activan áreas específicas del cerebro, como la amígdala, vinculada al reconocimiento emocional. Por ejemplo, personajes con ojos grandes y rasgos suaves tienden a percibirse como confiables o inocentes, mientras que aquellos con facciones angulosas y miradas intensas evocan fuerza, misterio o intimidación. Estas técnicas permiten a quienes diseñan generar respuestas emocionales específicas de manera eficaz.

Morfología corporal

La morfología corporal también juega un papel clave en la creación de personalidades visuales. Los biotipos descritos por William Sheldon en 1940 —ectomorfo, mesomorfo y endomorfo— ayudan a reflejar atributos psicológicos y conductuales a través del diseño físico. Los ectomorfos suelen asociarse con intelecto, sensibilidad y nerviosismo, y se representan como figuras altas, delgadas y ágiles. Los mesomorfos, con sus cuerpos atléticos y proporciones equilibradas, se vinculan a la fuerza, el liderazgo y la acción. Por otro lado, los endomorfos, de constitución más robusta y redondeada, suelen relacionarse con características como calidez, sociabilidad y relajación. Estos biotipos no solo guían el diseño físico, sino que también ofrecen una base narrativa para definir las personalidades y comportamientos de los personajes. Un ectomorfo puede ser un inventor brillante pero introvertido, mientras que un mesomorfo podría encarnar a un héroe valiente y dinámico.

Asociaciones visuales

El diseño de personajes también aprovecha las asociaciones visuales entre características físicas y psicológicas para transmitir información sobre su personalidad y trasfondo de manera rápida y efectiva. Aunque estas asociaciones no siempre se basan en evidencia científica, son herramientas narrativas útiles. Por ejemplo, cicatrices, tatuajes o posturas agresivas sugieren historias de lucha o rebeldía, mientras que los colores utilizados en el diseño también aportan significado: el rojo suele representar intensidad y pasión, mientras que el azul evoca calma, introspección o melancolía. La expresividad facial y la simetría también influyen en la percepción: rostros simétricos generan atracción y confianza, mientras que las asimetrías pueden transmitir desarmonía o misterio. Los rasgos únicos, como cicatrices o marcas de nacimiento, no solo añaden singularidad, sino que también aluden a historias pasadas o traumas, enriqueciendo la narrativa.

Uso de referentes humanos

Por último, el uso de referentes humanos es una práctica habitual en el diseño de personajes. Inspirarse en actores, actrices o figuras reales aporta un nivel adicional de realismo y facilita la conexión emocional con quien juega, ya que incorpora gestos y expresiones reconocibles. Los diseñadores observan detenidamente las expresiones y posturas de actores para replicar emociones específicas en los personajes, y a menudo se inspiran en la apariencia física de celebridades para añadir una dimensión cultural y emocional a su diseño. Esto contribuye a crear figuras que no solo son creíbles dentro del mundo ficticio, sino que también generan empatía al basarse en comportamientos humanos reales.