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2.2. Los primeros motores de juego

Con la creciente complejidad de los videojuegos y la consiguiente demanda de recursos computacionales avanzados (renderizado 3D complejo, físicas realistas, IA sofisticada, etc.), los costes asociados al desarrollo y mantenimiento de herramientas propias se incrementaron exponencialmente, representando una barrera de entrada considerable.

Este aumento en la inversión requerida generó un cambio paradigmático en la industria. Surgieron empresas especializadas en la creación y comercialización de motores de juego, ofreciendo soluciones a otros estudios de desarrollo. Esta externalización del desarrollo del motor presenta ventajas económicas y temporales significativas. Ahora los estudios pueden optar por un motor comercial para reducir drásticamente la barrera de entrada, permitiéndoles concentrarse en el desarrollo del contenido del juego (narrativa, mecánicas de juego, diseño de niveles, gráficos, etc.) y acortar los ciclos de producción.

El primer motor de juegos 3D licenciado para uso de terceros fue RenderWare (1993), que fue utilizado en muchos juegos populares, como la serie "Grand Theft Auto". Pero fue Doom Engine (id Tech 1), el motor que marcó un punto de inflexión en la historia. Las técnicas innovadoras que empleaba y el rendimiento logrado en juegos FPS sentaron las bases de los motores modernos.

Figura 2: Domm. Fuente: Doom Engine (id Tech 1) en 1993.