Posiblemente, la taxonomía más completa que existe actualmente para clasificar juegos serios es aquella presentada en (De Lope & Medina-Medina, 2017). Esta taxonomía sirve para clasificar juegos serios existentes o para analizar las múltiples opciones que existen durante el diseño de un nuevo juego serio.
Los criterios de clasificación que se tienen en cuenta son los que se resumen a continuación:
Autoría
Especifica el autor o grupo responsable del desarrollo del videojuego.
Metodología de desarrollo
Se refiere al conjunto de técnicas y/o procedimientos que facilitan el correcto desarrollo del videojuego, y se distingue entre metodologías de desarrollo generales para videojuegos y metodologías específicas para juegos serios.
Arquitectura hardware
Es la plataforma usada para llevar a cabo el proceso de juego y puede ser: arcade, PC, Videoconsola (estándar, handhelds, con sensores de movimiento, etc.), Smartphone/Tablet.
Despliegue
Se define como el entorno donde el videojuego se inicia y puede ser local o web. En ocasiones el despliegue local puede utilizar más de un dispositivo, como sucede con las nuevas generaciones de televisores y la tecnología mirroring.
Género
Acción, aventura, lucha, lógica, simulación, deporte, estrategia...
Narrativa
Se refiere al modo en que se transmite la historia del juego y se clasifica en: términos cuantitativos (según el grado de narrativa implementado), y en términos cualitativos (según el modo utilizado para integrar la narrativa: evocative spaces, enacting stories, embebed narrative o emerging narratives).
Interactividad
Se refiere a la forma en la que interactúa el jugador y puede ser: estándar, activa y pervasiva. La interacción estándar puede ser point & click, táctil, con voz, etc. La interacción activa implica el uso del movimiento del cuerpo para interaccionar con el juego. Y la interacción pervasiva implica interaccionar con los lugares físicos en los que se encuentra el jugador así como con los posibles objetos interactivos que existan en dicho entorno.
Jugabilidad
Para asegurar que la parte lúdica del juego serio no se descuida es esencial tener en cuenta atributos de jugabilidad, se propone para ello el modelo de jugabilidad definido por González Sánchez (2010).
Adaptación
Considera todo lo relacionado con la capacidad del juego serio para adaptarse a cada jugador. Se distingue, qué, en base a qué, cómo y cuándo se realiza la adaptación.
Área de aplicación
Se refiere al propósito serio del juego y se utiliza para clasificar la propuesta de Sawyer y Smith (2008).
Público objetivo
Se refiere al rango de edad de los jugadores a los que va dirigido el juego. Se propone usar sistemas estándar como la clasificación PEGI.
Interacción entre jugadores
Se refiere al número de jugadores que pueden participar en la dinámica del juego y cómo interactúan entre sí. Específicamente, se distingue entre juegos mono-jugador, multi-jugador (colaborativo, competitivo, mixto) y masivos (MMORPG, multiplayer online role-playing game).
Dedicación
Establece el tiempo requerido por el videojuego según el tipo de jugador, el cuál puede ser clasificado como novato, casual, hardcore, core o pro.
Contexto de uso
Involucra los aspectos relacionados con el contexto real donde se va a ejecutar el juego y está relacionado con el propósito serio del mismo. Concretamente se consideran los recursos materiales, la implicación del personal, factores políticos y aspectos culturales en el contexto del juego.
Evaluación
Hace referencia al mecanismo utilizado para comprobar la efectividad del juego respecto al propósito serio del mismo, y se incluyen cuestiones acerca de quién, cómo y cuándo se evalúa.
Licencia
Determina el tipo de distribución del videojuego. Algunos ejemplos son: comercial, libre, freeware, shareware, free-to-play, etc.