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7.1 Generando motivación. Ciclos de actividad

Uno de los retos importantes de la gamificación es crear o modificar tareas, para animar a las personas que participan a realizarlas o a cambiar el comportamiento asociado a ellas. Este proceso implica que los diseñadores de gamificación además de conocer los elementos que se usan para gamificar y saber cómo pueden incorporarlos a los procesos gamificados y cómo van a afectar a quienes participan, deben ser capaces de unirlo todo en diferentes estrategias de gamificación que sean efectivas y generen los objetivos de motivación que se han marcado.

Estas estrategias de gamificación pueden ser diseñadas mediante lo que se conocen como ciclos de actividad. Podemos ver los ciclos de actividad como “bucles de retroalimentación que persiguen la idea de provocar la iteración sobre un proceso o actividad mediante la participación de un usuario, fomentándola con algún tipo de refuerzo”. Existen diferentes tipos de ciclos de actividad dependiendo del objetivo que nos planteamos (de enganche, de refuerzo, de progresión, de compromiso, de estatus, …), pero todo ellos están basados en provocar la motivación de las personas usuarias hacia la realización de una o más tareas     .

El ciclo más básico (ver figura 4) y que involucra el objetivo de la motivación, está formado por 4 pasos o estados por los que los participantes van pasando hasta que alcanzan el objetivo definido: se motiva para que cada participante entre en el juego, posteriormente realizan la acción con el objetivo de ser recompensados, los recompensamos (mejor con la recompensa que se imaginó que tendría cada uno) y finalmente van a percibir un sentimiento de bienestar que les ha provocado alcanzar la meta y obtener las recompensas. El sentimiento de alcanzar la meta provoca en cada participante una motivación adicional que le hace volver al principio del ciclo y repetir el proceso.

Figura 4: Ciclo de actividad básico. Fuente: Forrester, “The gamification Business”, 2012.