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3.1. EL PANTEÓN GRECORROMANO. LOS DIOSES SOBERANOS

Introducción

Los dioses del politeísmo grecorromano constituían un sistema jerarquizado, un panteón, cuya cúspide ocupaban los descendientes de Crono y Rea. Una vez vencidos los Titanes (Unidad 2.1), los dioses Olímpicos imponen su kósmos (“orden”) con Zeus como soberano absoluto sobre un sistema organizativo similar a una familia: sus hermanos varones reciben la soberanía del mar (Poseidón) y de los Infiernos (Hades), y sus hermanas dominan sobre el matrimonio y los asuntos políticos (Hera), la agricultura (Deméter) y la casa y el Estado (Hestia). La segunda generación de Olímpicos, en su mayoría hijos de Zeus (cf. infra §1.1), asume otros campos de regencia más amplios (Módulo 4), pero todos siempre subordinados a su padre. Hubo algunos intentos de rebelión, pero no llegaron a nada, como el episodio referido por Homero (Ilíada 1.395-406): Hera, Poseidón y Atenea intentaron encadenar a Zeus, pero la diosa Tetis envió a uno de los Hecatonquiros en su ayuda y “los felices dioses sintieron miedo de él y ya no lo ataron”.

Ocupan un lugar secundario en la familia las hijas de Zeus y Hera: Ilitía y Hebe. La mayoría de los demás “dioses menores”, o de atribuciones más específicas, también son hijos de Zeus (Musas, Horas, Gracias…); a ellos se suman un número indeterminado de Ninfas (con participación especial en los ciclos heroicos como madres, esposas, raptoras, etc.) y de divinidades concretas del tipo Helio, Selene, Himeneo, Príapo, Pan, Proteo, Éolo, Tritón, etc. que aparecen en mitos puntuales (Unidad 2.1).

En época clásica se fijó un grupo de Doce Dioses supremos, conformado por  Zeus, Poseidón, Hades, Hestia, Hera, Deméter, Atenea, Apolo, Ártemis, Hermes, Hefesto y Ares,  a los que cabe añadir Afrodita, a veces hija de Zeus y Díone, pero de origen pre-olímpico (Unidad 2.1), y Dioniso, engendrado por Zeus con una mortal, pero “parido” por el dios (cf. infra §1.2). En ocasiones, Heracles participa en los concilios de los Doce, una vez experimenta su “apoteosis” o divinización.

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