La concepción de los mitos como formas simbólicas es el elemento unificador de posiciones tan dispares como las de Ernst Cassirer, Sigmund Freud, Carl Jung, Otto Rank, Károly Kerényi, Walter. F. Otto y Mircea Eliade. Para esta corriente el “Mito” (escrito con mayúscula) no es una “enfermedad del lenguaje”, como postulaba Müller ni el “estado salvaje del pensamiento” de Tylor, sino, según Cassirer (Philosophie der symbolischen Formen, 1923-1925), una “historia verdadera”: en ella se manifiesta la esencia del espíritu humano, ya que los símbolos míticos son universales y autónomos respecto a los contextos culturales e históricos. La vinculación del símbolo con parte de lo que expresa, aparece también en Freud, si bien asimilada a los síntomas de deseos inconscientes, como las imágenes oníricas y las fantasías neuróticas. Jung, Kérenyi y Rank, por su parte, relacionaron los símbolos míticos con las estructuras universales o “arquetipos” del inconsciente colectivo. Otto y Eliade insistieron en el estrecho vínculo entre mitología y religión, subrayando el carácter sagrado de los relatos.
Según Kerényi (2021, 29s.), la función de la mitología no es explicar causas: no es una etiología ni una teología. Hacer mitología es una facultad típicamente humana, que permite una ampliación de la conciencia, un humanismo más concreto que el de la ciencia o la filosofía.
Por supuesto que uno no puede en absoluto pasar por alto el hecho de que la mitología es también, fundamentalmente, una actividad especial de la psique, una actividad creativa , y por tanto artística. Se trata, no obstante, de un tipo especial de actividad (…) La materia de la mitología se compone de algo que es más grande que el contador de historias y que todos los seres humanos (“como son ahora” decía Homero), pero ese algo es siempre algo visible, perceptible, o al menos capaz de ser expresado en imágenes, nunca como una divinidad in abstracto o ni siquiera como la divinidad in concreto, si ésta va a ser considerada inimaginable. La mitología debe trascender al individuo y debe ejercer sobre los seres humanos un poder que capture el alma y la llene de imágenes.