Como se ha comentado anteriormente, tras definir los escenarios se procede a ejecutar las simulaciones. A este respecto es relevante hacer una consideración. Como el lector probablemente ya habrá intuido, la forma de simular los procesos que ha sido descrita hasta el momento no tiene en cuenta los cambios en la morfología. Con ello hacemos referencia a que si, por ejemplo, para el escenario base se simula un temporal de 3 días de duración, ese temporal es probable que produzca cambios en la morfología y la batimetría debido al transporte de sedimentos, de forma que la simulación que se está realizando llega un momento que deja de ser “precisa”, ya que en la realidad el fondo marino y la costa han cambiado su morfología, pero no se está teniendo en cuenta eso en el modelo de los procesos.
Este “problema”, que se conoce en el ámbito de la ingeniería de costas como la “actualización de la batimetría”, es algo en lo que se está trabajando actualmente, ya que computacionalmente es complejo y consume muchos recursos. Gracias a los avances tecnológicos, así como a algunas simplificaciones que se pueden emplear, es esperable que en breve (pocos años) las simulaciones numéricas que se realicen de forma habitual en el ámbito de la ingeniería de costas incluyan la actualización de la batimetría durante la propia simulación. Este es aún más relevante, como comentaremos en siguientes secciones, teniendo en cuenta la necesidad de simular los efectos del cambio climático.
Actividad propuesta: Analice la batimetría y morfología de la costa de su zona de estudio, e identifique aquellas zonas que sean más complejas y puedan sufrir más cambios tras el efecto de un temporal.