Una red doméstica (home area network en inglés, abreviadamente HAN, o Home Networking) es un tipo de red de área local que se desarrolla a partir de la necesidad de facilitar la comunicación y la interoperabilidad entre los dispositivos digitales presentes en el interior o en las inmediaciones de una casa, y provee comunicación con el exterior (acceso a Internet, telefonía, etc.) a través de pasarelas residenciales. Los dispositivos capaces de participar en esta red son dispositivos inteligentes, como impresoras de red y ordenadores portátiles, y a menudo logran mayores capacidades gracias a la posibilidad de interactuar entre sí y de acceder a internet. Estas capacidades adicionales se pueden utilizar para mejorar la calidad de vida dentro de la casa con la automatización de las tareas repetitivas, el aumento de la productividad personal, la mejora de la seguridad, el acceso más fácil al entretenimiento y la posibilidad de optimizar el ahorro energético en la vivienda [1].
El ecosistema del hogar digital es complejo pues incluye, además de los elementos y sistemas de control domótico, un numeroso y heterogéneo conjunto de dispositivos susceptibles de ser integrados tales como electrodomésticos, teléfonos móviles, ordenadores personales, equipos multimedia o sistemas de alarma entre otros. Estos elementos podemos agruparlos sobre distintos tipos de redes que conformarían las redes domésticas: redes de datos, redes multimedia, redes de control para domótica y redes de control de seguridad [2]. En la figura se muestra un esquema simplificado de cómo quedaría organizada una red doméstica.

Las redes de datos para interconexión de PC, impresoras, escáneres, etc., permiten compartir recursos informáticos (ficheros, programas, impresoras...) así como acceder a Internet desde todas las dependencias de la vivienda simultáneamente. Con VoIP (voz sobre IP) integran también la telefonía. La red multimedia para interconexión de TV, videoconsolas, etc., permite la gestión y distribución de audio y video por todo el hogar. En la actualidad podemos considerar las redes multimedia integradas en las redes de datos, pues están basadas ya prácticamente en su totalidad en tecnologías IP.
Las redes de control o redes domóticas, incluyendo redes de seguridad, permiten la automatización del hogar mediante el uso de sensores y actuadores que realizan el control de dispositivos diversos. Las redes de seguridad y las redes domóticas tienen características específicas de coste, consumo, simplicidad y fiabilidad que hacen conveniente el uso de tecnologías que se adapten mejor a su propósito, aunque como veremos esas tecnologías también convergen en su evolución reciente hacia el IoT y por tanto a las comunicaciones de internet, integrándose cada vez más con las redes de datos. La tecnología de las redes de control es el tema principal que desarrollaremos en este tema.
La pasarela residencial, es el elemento que integra las distintas redes domésticas y las interconecta con internet a través de una línea de Banda Ancha (fibra óptica, ADSL, WiMax, etc.). Debe garantizar la seguridad de las comunicaciones hacia y desde el hogar y puede ser gestionable de forma remota. Permite disfrutar de gran ancho de banda en el hogar, imprescindible para servicios como Vídeo bajo Demanda o música a la carta, y que la vivienda esté siempre conectada con el exterior (always on), característica imprescindible para servicios de teleasistencia, telecontrol o tele vigilancia, por ejemplo. Como ya sabemos la conexión a internet facilita la supervisión (control, monitorización, automatización y análisis de datos) desde el exterior de la vivienda, el uso de herramientas y otros recursos en la nube, la interoperabilidad entre dispositivos y el empleo de teléfonos móviles y asistentes de voz como interfaces para controlar el sistema.