Saltar la navegación

3. Caso práctico

 

En muchos talleres de emprendimiento que desarrollamos en UGR Emprendedora con estudiantes de distintas Facultades y Escuelas, surge regularmente un problema. Mucha gente llega tarde a clase, especialmente a las clases de las 8 de la mañana. Por lo que muchos equipos de estudiantes comienzan a desarrollar ideas de negocio para que éstos se levanten más temprano, que suelen consistir en despertadores más eficaces, que te obliguen a hacer flexiones para apagarse.

Los estudiantes ya se ponen alarmas, pero en una primera ronda superficial de entrevistas entre ellos, parece que éstas “no les resultan del todo útiles por algunos motivos”, no suenan como a ellos les gustaría, o les dan al botón sin prestar mucha atención y siguen durmiendo. Por lo que, en el taller empiezan a idear sistemas más complejos para desbloquear la alarma. Hacen un poco de investigación de mercado. ¿Existen ya este tipo de dispositivos? Si, existen alarmas que se apagan al disparar con una diana a una pistola láser, alarmas-pelota a las que debes arrojar contra alguna superficie dura para que se apaguen.

Parece que el tipo de estudiante que se queda dormido podría investigar y comprarlas, pero parece que no está muy interesado en gastar su dinero en solucionar este problema. En este caso, el problema que detectaron inicialmente, quedarse dormidos y llegar tarde a clase, es un síntoma de otro problema oculto. Esto es clave a la hora del Desarrollo del Cliente, de las entrevistas que hagamos y de los insights que podamos percibir. Los insights son esas señales no verbales de las personas y su entorno que aportan información significativa, incluso crítica en nuestro modelo de negocio.

Siguiendo con el ejemplo, en una segunda ronda de entrevistas más profunda, los problemas que surgían alrededor de llegar tarde a clase resultaban más relevantes, estos estudiantes llegaban tarde a clase por diversos motivos, quedarse hasta tarde viendo series, hablando por WhatsApp, o salían de fiesta, aún entre semana. Podíamos percibir su desmotivación por ir a clase, hastío con el modelo de clase que se impartía (leer apuntes, diapositivas, baja interacción con los alumnos), haber elegido una carrera que no le gustaba demasiado, estrés o frustración.

Con lo cual otro tipo de soluciones, como grupos de  terapia, replantearse el foco de sus estudios y cambiar a otro tipo de clases, cobraban mucho más sentido para este problema. Para saber si hay un problema que merezca la pena solucionarse debemos preguntarnos si es algo que realmente el cliente quiere, si pagará por ello o si, mejor aún, ya lo está intentando solucionar por sus propios medios; para ello desarrollaremos las primeras hipótesis en las que se basa nuestra idea y empatizaremos con el  cliente y su problema a través del mapa de empatía. 

Una vez que hemos investigado sobre el problema y hemos encontrado uno que de verdad merece la pena solucionar nos enfocaremos en nuestra propia solución y en nuestra Propuesta de Valor.

¿Por qué a mí y no a otro?

Esta es la pregunta clave para encontrar nuestra Propuesta de Valor.  Pero… ¿En qué tipo de cliente nos debemos centrar a la hora de plantear nuestras hipótesis?  ¿Quién debe contestar a esa pregunta?

Para ello nos debemos centrar en las características del primer grupo de compradores de nuestro producto/servicio. Este grupo no solo es lo suficientemente numeroso como para tener un impacto significativo en nuestro negocio, sino que también cuenta con el capital necesario y está dispuesto a invertir en nuestra solución, incluso sin el respaldo de un reconocimiento de marca sólido, a esta figura la conocemos como Early Adopter. Los Early Adopters representan una oportunidad valiosa, ya que están abiertos a la innovación y dispuestos a explorar nuevas soluciones antes que la mayoría. Su participación temprana no solo impulsará nuestras ventas iniciales, sino que también sentará las bases para el crecimiento a largo plazo, estableciendo una sólida base de clientes que puede generar un impacto positivo en la percepción de nuestra marca.

Figura 3. Ciclo de vida de adopción de la innovación
Figura 3. Ciclo de Vida de Adopción de la Innovación. Fuente: Blog Javier Megías. https://javiermegias.com/

En esta figura el Early Adopter, cobra especial relevancia, cuando aún no tenemos un modelo de negocio definido y nos movemos en espacios de incertidumbre, encontrar las características de nuestro Early Adopter nos va a hacer ganar dinero antes y nos ayudará a acortar los tiempos experimentando con otro tipo de persona que necesita mayor tiempo o grados de confianza para adoptar nuestro producto o servicio.

Esto no significa que otro tipo de persona no esté dispuesta a comprarnos, pero quizás requieran mayor tiempo y confianza en  nuestra marca para dar el salto a nuestro producto. Si conseguimos superar el “valle de la muerte”,  franja “?” en la Figura 3, podría hacerlo en algún momento; sin embargo dirigirnos a las personas “pragmáticas” o “conservadoras” en las primeras fases de nuestro negocio, sobre todo si no contamos amplias reservas económicas, nos podría llevar a agotarlas mientras esperamos a que confíen en lo que les ofrecemos.

 En nuestro caso, nos interesa encontrar a este tipo de persona “Early Adopter”, que tiene estas 4 características:

  1. Tiene el problema al que le estamos buscando solución.
  2. Es consciente de que tiene el  problema.
  3. Ya lo está intentando solucionar por sus propios medios sin conocer nuestro producto y/o servicio.
  4. Está dispuesta a buscar soluciones arriesgadas, que no vengan de empresas reconocidas.

En estos momentos estamos en el estado inicial de nuestra idea de negocio, aún no hemos hecho ninguna entrevista ni realizado experimentos, por lo que en esta fase nos debemos de plantear todas las posibilidades reales que se nos ocurran, y usaremos de base el Lienzo de Modelo de Negocio.

Como vemos este es el primer planteamiento teórico del encaje problema-solución, estos planteamientos se basan en una serie de hipótesis, empecemos nuestra ruta de Descubrimiento del Cliente.

Ahora ha llegado el momento de formular y priorizar las hipótesis en las que se basa mi modelo de negocio y las posibilidades que se nos ocurran, para ello usaremos frases concisas que esquematizan estos elementos base del negocio:

Nuestro tipo cliente es …………………………….

Para……………………………..   lograremos …………………………………

Sabremos que es verdad cuando veamos que……………..

 

1)      El principal problema que resolvemos es………….

2)      Mi cliente resuelve su problema/necesidad haciendo………….

3)      Mi cliente se gasta en resolver este problema x tiempo/dinero………………..

4)      Mi cliente está fuertemente influenciado por……………………

Mis usuarios son…………………………

¿En qué momento temporal debemos situar estas hipótesis?: En el ahora. No nos basemos en un Plan de Negocio en estos momentos, ya que en umbrales de alta incertidumbre ningún plan de negocio soporta al primer cliente; por ello usaremos metodología ágil. Centrémonos en nuestras validaciones y en el primer grupo de clientes con el que queremos testear nuestra propuesta de valor.

Una vez tenemos detectadas nuestras principales hipótesis las debemos ordenar, priorizar en base al riesgo y a la incertidumbre que nos generan las mismas ( ver Figura 5).

Representación gráfica del plantemiento de hipótesis
Figura 5. Plantilla planteamiento hipótesis. Fuente: Elaboración propia


La incertidumbre mide nuestro nivel de seguridad, el de nuestro planteamiento respecto al comportamiento de que algo sea de la forma en que creemos. Por otro lado, el riesgo está relacionado con la importancia de que nuestras expectativas no se cumplan, lo que podría resultar en pérdidas o resultados no deseados. En este contexto, es crucial evaluar tanto la probabilidad de que ocurra una situación particular como las posibles consecuencias negativas que podrían estar asociadas a ella.

Una vez tengo planteadas en orden de prioridad de mis hipótesis de forma teórica, profundizaremos en la búsqueda de nuestro Early Adopter. Para ello, nos puede ayudar el mapa de empatía (figura 6). El mapa de empatía es una herramienta esencial que nos permite adentrarnos en los perfiles de los clientes, comprender su relación con su entorno y abordar los problemas que estamos investigando de manera más profunda.

Además, debemos tener en cuenta, si en nuestro modelo de negocio consideramos tanto a los clientes, es decir, aquellos que están dispuestos a pagar por nuestro producto o servicio, como a los usuarios, quienes lo utilizan o disfrutan, pero no realizan pagos directos. En este escenario, es fundamental crear mapas de empatía que representen y capturen las necesidades, deseos y experiencias de ambos perfiles para poder diseñar una estrategia efectiva y satisfacer a ambas audiencias. Como ejemplo de estos casos podríamos pensar en una tienda de juguetes, pagan los padres/familia, disfrutan los pequeños; o el caso de Spotify freemium, pagan los anunciantes, lo usan los clientes freemium que a la vez sirven de “producto” para estos anunciantes.

Tengamos en cuenta que si no hay encajes problema-solución tanto entre nuestro producto-servicio, con clientes y usuarios, mi modelo de negocio no tendrá éxito.

Representación gráfica del mapa de empatía
Figura 6. Mapa de empatía. Fuente: Adaptación Mapa de Empatía, Dave Gray, XPLANE (2010)



Para comenzar a trabajar en el mapa de empatía debemos pensar en las características de la persona que pensamos que nos compraría nuestro producto/servicio. Asignémosle un nombre, una edad,  y una o más características  que pensemos comunes en el patrón repetitivo que se pueda dar en este arquetipo de cliente. Ejemplo: María, 45 años, lee la revista “Hola”; Juan, 25 años, se pasa 5 horas al día de media jugando a Minecraft, lee revistas de videojuegos.

Después deberemos ir dando respuesta a las preguntas que nos plantea el mapa de empatía, Generación de Modelos de Negocio, Alexander Osterwalder & Yves Pigneur, 2010 :

El objetivo es definir el punto de vista del cliente para cuestionarnos constantemente nuestras hipótesis del modelo de negocio.

En nuestro primer planteamiento, situaremos nuestra propuesta de valor y las necesidades de estos clientes: ¿Tengo un problema que merece la pena solucionar, ¿el cliente está realmente dispuesto a pagar por esto?, ¿Cómo prefiere que se establezca la comunicación?

Ha llegado el momento de realizar las primeras entrevistas, donde estudiaremos el comportamiento de nuestro cliente y nos alejamos del plano teórico.

Nos deberemos basar en estas primeras entrevistas en el planteamiento de nuestras hipótesis y en averiguar todo lo que podamos de la vida de nuestros clientes. Por supuesto nos basaremos en la guía de este mapa de empatía a la hora de averiguar la vida real sobre el problema de los mismos y su contexto.

Creado con eXeLearning (Ventana nueva)