Los personajes constituyen uno de los principales vehículos para introducir lo narrativo en los videojuegos. Según la tipología establecida por Egenfeldt-Nielsen et alii, podemos encontrar varios niveles de profundidad en su construcción:
Figurantes
Personajes que forman parte del escenario y no interactúan ni tienen personalidad definida.
Personajes funcionales
Similares a los figurantes, pero con una función específica dentro del juego.
Personajes de reparto
Con mayor desarrollo y funciones particulares tanto en la historia como en la mecánica del juego.
Personajes controlados por los jugadores
Sus motivaciones están mediatizadas por la trama y la interacción del jugador.

A diferencia de la narrativa clásica, la construcción de los personajes en los videojuegos no depende solo del guion, sino también del diseño artístico, la interacción con el entorno y el modelo de juego. Los personajes pueden basarse en figuras reales o derivarse de otros medios, como los personajes transmediales.
- Se distinguen cuatro tipos de personajes según su relación con el jugador:
- El avatar, en juegos de primera persona.
- Los actores, vistos en tercera persona y con biografías ligadas a la trama.
- Los personajes de rol, creados y personalizados por los jugadores.
- Los personajes icónicos, sin personalidad definida, cuyo comportamiento está determinado por el juego y estereotipos del género.
En todos los casos, el personaje genera una implicación emocional que puede reforzar la inmersión narrativa. Aarseth (2012) destaca que los personajes, en especial aquellos que son ricos y evolucionan a lo largo del juego, suelen aportar la mayor parte del contenido narrativo dentro del videojuego. La profundidad de los personajes influye directamente en la percepción del jugador sobre la historia y en su vínculo con la experiencia de juego.