Desde hace unos años se están potenciando las denominadas soluciones basadas en la naturaleza, soluciones verdes o que trabajan “con la naturaleza” para mitigar los problemas de erosión e inundación de la costa. Estas soluciones se basan, en esencia, en promover el desarrollo de franjas costeras re-naturalizadas, donde predominen los ecosistemas de la zona, y donde se reduzcan en la medida de lo posible las huellas del ser humano, en forma de elementos de protección rígidos como los descritos en las secciones anteriores.
Así, estos principios promueven el retornar a las costas “verdes”, donde los servicios ecosistémicos naturalizados realicen la labor de adaptación y mitigación a los cambios climáticos y morfológicos que se puedan producir. En aquellos entornos que lo permitan, se puede recurrir a vegetación autóctona o el empleo de conchas y sedimento más grueso que ayude a preservar la costa. Estas soluciones, sin embargo, no funcionan en entorno de mayor contenido energético, donde es necesario combinarlas con soluciones tradicionales. Igualmente, es conveniente aplicar la reubicación de recursos en aquellos casos en los que sea posible, de forma que se pase de una costa “macizada y gris” a una costa re-naturalizada.
Estas medidas se encuentran aún en fase de investigación y elaboración de pruebas piloto y ensayos de laboratorio, ya que son muchas las preguntas que aún quedan por resolver
- ¿Se pueden diseñar mejor y de manera más sostenible las soluciones tradicionales? ¿Se puede rebajar su coste, reducir su impacto e incrementar su vida útil?
- ¿Pueden los modelos numéricos mejorar sus resultados y predicciones? ¿Qué aplicación pueden tener técnicas como la minería de datos o la computación en la nube?
- ¿Podemos reproducir en laboratorio el comportamiento de soluciones naturales? ¿Pueden los laboratorios reproducir mejor la dinámica natural de los ecosistemas?
- ¿Cómo se estima el coste de las soluciones naturales? ¿Cuánto tiempo tardan en “funcionar”?
Se abren en los próximos años diversas líneas de trabajo que, enmarcadas en los objetivos de desarrollo sostenible y en la adaptación y mitigación de los retos del cambio climático, permitan afrontar el futuro de nuestra sociedad.