Las regeneraciones de la costa, tradicionalmente conocidas como regeneraciones de playa, se basan en la aportación artificial de sedimento a un tramo de costa que se encuentra en erosión. La aportación de sedimento puede realizarse por medios terrestres (por ejemplo, apoyándose en maquinaria de movimiento de tierras), por medios marítimos (mediante dragas de succión) o por una combinación de ambos. Por ejemplo, es habitual en las playas del litoral gaditano ver a una draga que con frecuencia vierte arena sobre las playas antes del comienzo de la época estival. Por el contrario, en la costa de Granada las regeneraciones se realizan por medios terrestres, movilizando el sedimento mediante camiones.
Entre las justificaciones para emplear uno u otro método, se encuentran el tamaño de sedimento y la fuente de aportación. Siempre que sea posible, lo ideal es aportar un sedimento artificial que sea lo más parecido posible al sedimento nativo. De esa forma se producen las menores afecciones al medio y no se altera el equilibrio ecosistémico. Por otro lado, habitualmente las fuentes de aportación suelen ser (1) bancos de arena que se encuentran en zonas relativamente próximas y a no demasiada profundidad, y (2) tramo de costa cercanos donde hay anchura de playa suficiente, o incluso donde ha sido transportado el sedimento del tramo en erosión. Asimismo, puede recurrirse también al sedimento depositado en tramos finales fluviales o en los embalses, aunque en estos casos es necesario un detallado estudio de impacto ambiental para comprobar que no producen alteraciones en el medio.
Cuando el sedimento se encuentra cerca y es relativamente accesible, el coste de las regeneraciones no suele ser muy elevado, tratándose además de una intervención que se realiza en un breve periodo de tiempo (días). Sin embargo, si el sedimento está lejos o ubicado a grandes profundidades, el coste se eleva de manera relevante como consecuencia de la maquinaría que es necesario emplear, así como debido al incremento en el tiempo para la ejecución de la intervención.
El diseño de las regeneraciones de playa se basa, principalmente, en la adecuada elección del material, en estimar el volumen de material que se aportará en la regeneración, y finalmente en el procedimiento constructivo que se llevará a cabo. En relación con el material, como se ha expuesto anteriormente, lo más adecuado es usar el mismo material nativo, o uno lo más semejante posible, tanto en términos de granulometría, como en términos de procedencia y composición mineralógica. En aquellos casos en que esto no sea posible, es conveniente tender al empleo de materiales algo más gruesos que los nativos (el material más fino se perdería rápidamente por efecto de la dinámica marina), y siempre intentando preservar la composición en la medida de lo posible.
En relación con el volumen, existen distintas formulaciones que, teniendo en cuenta el material nativo, el material a aportar, y la estimación de playa seca que se quiere ganar, permiten hacer una estimación del volumen de sedimento que será necesario. Esto dependerá en gran medida de criterios tanto técnicos, como dependientes del presupuesto disponible para la intervención. En ese sentido, es relevante conocer a fondo la dinámica litoral del tramo y realizar un profundo diagnóstico del funcionamiento del tramo costero.
Las regeneraciones de costa no modifican los procesos físicos que están produciendo la erosión. Es decir, si un tramo de costa se encuentra en erosión, tras la regeneración lo seguirá estando. Por ello, las regeneraciones tienen una vida útil corta, que se suele situar entre 2-4 años, pero que en algunos casos es muy inferior. Así, suponiendo que se realiza una regeneración tras la cual arriba un temporal severo de gran magnitud; es probable que, en ese caso, una parte importante de la regeneración se “pierda” en cuestión de horas-días. Sin embargo, si tras la regeneración se produce un periodo de bajo contenido energético del oleaje y, en caso de aparecer temporales, son de baja magnitud y duración, la vida útil de la regeneración será mayor.
Esta es una de las principales razones por las cuales alrededor de las regeneraciones de playa suele haber cierta polémica: dado que no son soluciones permanentes, sino temporales, se tienen que ir repitiendo en el tiempo. Así, socialmente se puede considerar que se está haciendo una inversión económica en una solución que se sabe de antemano que va a tener una duración muy limitada. Todas estas variables deben ser valoradas a nivel político, económico y social y, en cualquier caso, exceden del ámbito del presente módulo del curso.