Los diques exentos no funcionan como los espigones, que lo que hacían era interrumpir el transporte de sedimentos, sino que en este caso lo que hacen es reducir la cantidad de energía asociada al oleaje que llega a la costa, por lo que se pueden usar tanto para proteger un tramo de costa como para crear una zona de abrigo para barcos, reducir las sobreelevaciones de nivel en la costa, etc. Se suelen construir aguas adentro de la línea de rotura y en forma paralela a la línea de costa. Asimismo, con gran frecuencia se disponen series de estos diques. El hecho de usar varios diques en vez de uno sólo para proteger un tramo de costa radica en dos factores: (1) es más barato que un sólo dique, ya que se requiere una menor cantidad de material; (2) las aperturas entre los diques permiten el intercambio de agua entre la zona interior y exterior al dique, así como permite una cierta acción del oleaje, lo que tiene ventajas, tanto desde un punto de vista recreacional como de la calidad de las aguas.
Pueden ser emergidos (su cota se sitúa por encima de la pleamar, generalmente diseñados también para evitar el rebase), sumergidos (la cota debajo del nivel de bajamar, e incluso a veces debajo del seno de las olas) o semisumergido. La bondad de estos diques para proteger la línea de costa parece obvia, en tanto que, si no llegan olas a la costa, lógicamente ésta no se erosionará. Asimismo, si se dispone un sistema de diques de la suficiente longitud, se protegerá la línea de costa del tramo que se quiera. Ahora bien, la pregunta que surge es: ¿cuál debe ser el espaciamiento entre los diques y qué nivel de protección se alcanza sobre la costa? Asimismo, en el diseño de este tipo de estructuras es necesario considerar la capacidad que tienen para acumular sedimento, así como el transporte longitudinal que se puede producir como consecuencia de la difracción asociada a los diques.
Resaltar que este tipo de estructuras suele ir acompañado de una regeneración o vertido, que permite solventar los problemas de las zonas erosionadas y, por otro lado, los diques hacen que el volumen vertido se mantenga en la zona.