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5. Erosión e inundación

 

Los dos principales problemas de gestión a los que en la actualidad se enfrentan los gestores de la costa son la erosión y la inundación, principalmente en tramos urbanos o con fuerte presencia de servicios e infraestructuras.

La erosión se entiende como la pérdida de volumen neto de sedimentos en un cierto tramo de costa (volumen de control) como consecuencia de la acción de la dinámica marina. En la mayoría de los casos, la erosión se refleja sobre la costa como una pérdida de playa seca y un retroceso de la línea de costa. En aquellos casos en los que las intervenciones humanas (en sus distintas formas) llegan hasta proximidades de dicha línea de costa, la erosión puede conllevar severos daños y pérdidas sociales y económicas.

De forma semejante, la inundación conlleva la ocupación temporal de zonas emergidas debido normalmente a eventos extremos (por ejemplo, el paso de una borrasca severa) o a la combinación de agentes. Al igual que en el caso de la erosión, puede producir severos daños sociales y económicos. Asimismo, pueden producirse, según el caso, impactos ambientales derivados de la pérdida de hábitats naturales y servicios ecosistémicos, o la modificación de sus características.