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2.2. Desarrollos de la IA en el campo de los medios informativos: de los chatbots y las noticias automatizadas a la generación avanzada de contenidos

Comenzaremos haciendo memoria. IA generativa y ChatGPT no es más que la punta del iceberg. Ya en 2014 podíamos encontrar las primeras experiencias con escritura automática de noticias e incluso proyectos incipientes de robots presentando telediarios.

Fuente: Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=wM3LiWqJegw

Primer presentador virtual de noticias, de la agencia china Xinhua, antes de la pandemia (2018) y de ponerse de moda la IA.

Desde un punto de vista evolutivo, podemos fijar tres grandes momentos en la incorporación de la Inteligencia Artificial a las redacciones:

- Chatbots Interactivos:

Los primeros casos de uso de la IA en el periodismo tenían como misión proporcionar a los usuarios información específica sobre temas de interés. Se trataba de chatbots interactivos que conseguían mejorar la experiencia del usuario al ofrecer respuestas instantáneas a preguntas frecuentes.

- Automatización de noticias:

Un paso muy relevante fue cuando los algoritmos de IA comenzaron a ser utilizados para generar noticias automáticamente a partir de datos estructurados. Las noticias financieras y deportivas fueron los primeros campos en los que se aplicó esta tecnología, proporcionando proporcionando noticias rápidas y precisas basadas en eventos y estadísticas en tiempo real.

- Generación avanzada de contenidos:

Con el avance de la IA, se afronta el desafío de desarrollar sistemas capaces de entender el contexto y generar artículos detallados y comprensibles. Estos sistemas son capaces de analizar datos complejos y producir informes de calidad periodística sobre múltiples temas.

Desde Eliza hace medio siglo (fue uno de los primeros programas informáticos de procesamiento del lenguaje natural creado en los 60 en el MIT por Joseph Weizenbaum) hasta ChatGPT (prototipo de chatbot desarrollado en 2022 por OpenAI que utiliza técnicas de aprendizaje profundo e inteligencia artificial generativa) lo que ha ocurrido es que la tecnología lo ha simplificado todo y ha vuelto a desafiarnos con esa vieja pregunta que salta a la realidad desde la ciencia ficción: ¿pensarán las máquinas?, ¿tienen capacidad para comunicarse?, ¿qué significa realmente pensar?, ¿qué implica “ser original”, “ser inteligente”?.

En este intervalo, el debate en los medios ha cambiado sobre lo real, lo probable y lo imaginario (como reflejo mismo de lo que ocurre en la sociedad) y, mientras intentamos penetrar en ese agujero negro que envuelve a la Inteligencia Artificial (como subcampo estrella de la Informática), son pocas las áreas de actividad y las empresas que no asumen el reto de implementar la IA. Conscientes, como ocurrió en los 90 con internet, de que tal vez sea una moda pero que ha llegado para quedarse.

En esta coyuntura, son cientos los medios en todo el mundo que ya han incorporado la IA a las rutinas de la redacción y en diferentes partes del proceso, especialmente, en lo relativo a la producción y distribución de contenidos. Conjugando la agilización y automatización de todo tipo de procesos a una apuesta cada vez más sólida y eficiente por la personalización y la interactividad / participación real de las audiencias:

  • De la escritura automatizada de noticias al análisis de big data.
  • De la corrección estilística, ortográfica y gramatical de textos a la realización de labores de resumen o de traducción.
  • De la ayuda (e inspiración) en las labores de documentación habituales en una redacción a la generación de nuevas vías de especialización como el factchecking y el periodismo SEO (tanto técnico como semántico).
  • De la distribución personalizada de contenidos, la mejora de los sistemas de interacción y participación de los usuarios (incluido, por ejemplo, la moderación de comentarios) a la edición ‘inteligente’ de newsletters.

En España, un desarrollo que ha sido reconocido dentro del sector y también a nivel internacional con el premio IBC 2023 en la categoría de impacto social es el realizado por RTVE en las Elecciones Generales del 23 de julio de 2023 (ver www.rtveia.es): generaron 76.040 noticias e texto, con especial énfasis en las crónicas de los resultados en las 5.000 poblaciones menores de 1.000 habitantes que hay en el país. Paralelamente, con soluciones de IA, se crearon 59.181 audios de noticias. Todas ellas supervisadas por periodistas y profesionales de distintas áreas de RTVE.

A escala internacional, no hay que irse a la BBC y a The New York Time para encontrar iniciativas en este sentido. Desde lo local, son cada vez más los proyectos que están integrando la IA en las redacciones. Es el caso, por ejemplo, de estos ilustrativos casos dentro de una línea de proyectos impulsados por Associated Press:

  • Michigan Radio sorprendió con ‘Search minutes’ procesando vídeos digitales de reuniones públicas y transcribiéndolos con alertas de palabras clave.
  • La televisión WFMZ-TV de Pensilvania ideó un sistema para clasificar correos y la KSAT-TV de San Antonio (Texas) consiguió crear historias digitales básicas a partir de entrevistas de vídeo (la IA resume los vídeos y los envía al CMS).

Como también podemos ver en las siguientes capturas de trabajo con ChatGPT para la corrección y mejora de textos, la IA impulsa a nivel interno un sinfín de tareas de revisión, ayuda en las rutinas periodísticas y automatización.

Fuente: La IA generativa en la sala de redacción

Pruebas realizadas por Karen De la Hoz en “Uso de ChatGPT para corregir la gramática y el estilo del español en artículos de noticias”.

Pero también hay formas de automatizar sin recurrir a IA. Podemos hablar de tres categorías en el uso de la IA en contenidos periodísticos:

  • Algo muy simple como la clasificación de los mensajes del correo electrónico
  • De bajo riesgo para, por ejemplo, estructurar datos
  • De alto riesgo, apuntando a la IA generativa, si ya pedimos al algoritmo que escriba una noticia, la titule, haga un resumen de una historia…

En la última etapa, la más inquietante que estamos viviendo, son cada vez más numerosos y sofisticados los robots (de China a México) que empiezan a competir con los presentadores de televisión de toda la vida. A la misma velocidad con que la IA vira del código impreso a las creaciones audiovisuales y multimedia y con voces, apariencia y movimientos cada vez más creíbles.

Y es también en esta etapa donde el problema de la desinformación, de los bulos, de las fakes y de las deepfakes, se sitúa en un primerísimo plano de preocupación ciudadana pero también institucional y empresarial como veremos a continuación.

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