ChatGPT es una aplicación de la empresa OpenAI que está entrenada para mantener conversaciones con cualquier persona, donde pasamos de la ficción a la realidad emulando las habilidades de HAL 9000 de 2001 la Odisea del Espacio de S. Kubrick (1968). Su aparición data de 2018, aunque su popularidad se disparó principalmente a finales de 2022 con el lanzamiento de su versión 3.5. En la actualidad, se siguen desarrollando nuevas versiones más avanzadas (en modalidad de pago).
La eficacia de estos modelos radica en su capacidad para retener el contexto anterior durante una conversación, lo que les permite generar respuestas coherentes de manera continuada. Esto permite la generación, clasificación y transformación de textos en cualquier idioma incluido en su entrenamiento —e incluso con lenguajes de programación—, lo que posibilita una amplia gama de aplicaciones como:
- Corrección: Es capaz de identificar y corregir errores gramaticales y ortográficos en un texto.
- Extracción: Puede reconocer determinados datos y palabras clave, y posteriormente clasificar los resultados obtenidos.
- Parafraseo: Tiene la habilidad para reformular un texto dado con diferentes estructuras o términos, conservando el significado original.
- Traducción: ChatGPT puede traducir textos entre diferentes idiomas manteniendo el contexto y la semántica del texto original.
- Resumen: Puede simplificar de forma concisa cualquier texto de mayor envergadura.
- Expansión: Tiene la capacidad de ampliar ideas o conceptos breves en otros textos más elaborados, detallados y/o explicativos.
- Respuestas: Podemos utilizar el modelo como agente conversacional para que responda a preguntas concretas.
- Programar: Podemos escribir líneas de código para generar y editar nuestros propios programas, sin necesidad de haber estudiado en profundidad ningún lenguaje de programación.
Otra de las posibilidades de GPT está asociada a la introducción de instrucciones a través de voz —en lugar de escribirlas manualmente—, lo que a través de herramientas como Whisper permite transcripciones de horas de audio en tan solo unos segundos (speech-to-text), o incluso el análisis de sentimientos en tiempo real. En un futuro quizá no excesivamente lejano, probablemente seamos capaces de comunicarnos con los modelos de IA simplemente a través de nuestra actividad cerebral (Takagi y Nishimoto, 2022).