La emergencia de la IA en el ámbito generativo ha encendido numerosos debates artísticos y en materia de propiedad intelectual, cuyas leyes aún no están preparadas para regular esta nueva realidad.
Por ejemplo, varias obras generadas con IA han resultado ganadoras de diversos concursos de manera fraudulenta, como es el caso del premio de bellas artes de Colorado. También han surgido protestas como la huelga de actores y actrices de Hollywood. Por su parte, Getty Images denunciaría a Stability AI por haber utilizado —sin permiso ni compensación— sus imágenes de pago para entrenar sus nuevas generaciones con Stable Diffusion.
También existen numerosas dudas respecto a la privacidad de los datos de los usuarios, motivo por el que Italia terminaría suspendiendo la plataforma de ChatGPT. De igual forma, Microsoft Copilot tampoco puede habilitarse actualmente en Europa.
Todas estas cuestiones, unidas a otros riesgos como la posible generación masiva de fake news y su consecuente impacto social, han llevado a personalidades como Elon Musk a solicitar la pausa temporal de la investigación de nuevos modelos de IA, al menos hasta que existan mayores garantías para su control.