Una tendencia emergente de monetización en videojuegos es el uso de NFTs dinámicos y assets interoperables entre juegos, especialmente en títulos basados en blockchain. Aunque el mercado de los NFTs está en caída libre, es un sistema que videojuegos como Illuvium o Big Time llevan implementados.
Estos sistemas buscan fidelizar jugadores y dar valor real (económico) a los logros. Con esto se promueven también mercados secundarios donde los jugadores compran/venden ítems únicos, lo que nos lleva a la especulación. Estas tendencias suelen contar con bastantes retractores, que no ven moralmente correcto que se incluyan en videojuegos al acceso muchas veces de un público más vulnerable.