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1. Introducción

La industria de los videojuegos es una de las más lucrativas del mundo, superando desde hace años los ingresos combinados del cine y la música, aun considerando que muchas veces la producción de uno de estos videojuegos tiene un presupuesto similar a un blockbuster de los que nos tiene acostumbrados Hollywood. Además, en nuestro país, asociaciones como DEV (Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento) proponen que, promoviendo por parte del gobierno una serie de incentivos fiscales, según se refleja en el libro blanco del desarrollo español de videojuegos 2023, el crecimiento de estos ingresos estaría por encima de la media de los países europeos.

Figura 1: Impacto de la aplicación de sistemas de incentivos fiscales para la inversión, el crecimiento empresarial y el empleo en la industria productora de videojuegos. Fuente: DEV.
Figura 2: Aplicación de incentivos fiscales del Modelo Reino Unido al caso español. Fuente: DEV.


Se esperaría un crecimiento en facturación en 2028 que multiplicaría casi por 4 la cifra de 2022, lo que supondrá que para un periodo de cinco años el sector pasó de generar ingresos de 1.435 millones de euros en 2022 (DEV, 2022) a 5.506 millones de euros en 2028. Hablaremos más delante de esta parte fiscal en nuestro país.

Pese a estos números no nos debemos dejar impresionar; no es tan sencillo como parece rentabilizar un videojuego, y el éxito financiero no solo depende de su calidad o popularidad, sino también de la estrategia de monetización que se adopte. Por lo que este tema se centrará precisamente en conocer los modelos de monetización entre los que podemos escoger.

Cuando hablamos de la monetización en videojuegos, nos referimos, como seguramente os habréis imaginado ya, a los métodos y estrategias utilizadas para generar ingresos a partir de nuestro juego. Estas estrategias varían ampliamente, desde modelos tradicionales de compra directa hasta modelos más modernos como las compras dentro de la aplicación y las suscripciones.

La monetización en videojuegos ha recorrido un largo camino desde los inicios de la industria. En sus primeras etapas, la forma principal de generar ingresos era a través de las máquinas arcade, donde las personas que jugaban insertaban monedas para disfrutar de una partida. Este modelo simple y directo evolucionó con la llegada de las consolas domésticas y los ordenadores personales, dando paso a la venta directa de cartuchos y discos. Sin embargo, con el avance tecnológico y la expansión de internet, el panorama cambió drásticamente, abriendo un abanico de posibilidades para los desarrolladores. Desde las salas recreativas con sus máquinas de monedas, pasando por la venta de cartuchos y CDs en las consolas y PCs, hasta la era digital con las descargas y los juegos online, la monetización ha ido adaptándose a los cambios tecnológicos y a las nuevas formas de consumir videojuegos. La aparición de los juegos online masivos (MMO) y, posteriormente, de los juegos para móviles, supuso una revolución, dando lugar a modelos como las suscripciones, las microtransacciones y la publicidad.

El ecosistema actual de videojuegos es diverso y complejo. Conviven plataformas como las consolas (PlayStation, Xbox, Nintendo Switch), el PC (con plataformas como Steam, Epic Games Store, GOG), los dispositivos móviles (iOS y Android) y las nuevas tecnologías como la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR). Cada plataforma tiene sus propias características y audiencias, lo que influye en las estrategias de monetización más efectivas (Granada Jam, 2019).

La monetización es fundamental para la sostenibilidad de la industria de los videojuegos. Permite a los desarrolladores financiar la creación de nuevos juegos, mantener los servidores online, ofrecer soporte a los jugadores y seguir innovando. Sin una monetización efectiva, muchos proyectos no podrían ver la luz o no podrían mantenerse a largo plazo.

Vamos a explorar las opciones de monetización disponibles en la industria, analizando sus ventajas, desventajas y las mejores prácticas para implementarlas. También veremos tendencias emergentes y casos de éxito que ilustran el impacto de una estrategia bien ejecutada. El objetivo es proporcionar una introducción, tanto si se va a ser desarrollador, diseñador o directamente empresario de videojuegos. Una guía comprensiva para maximizar los ingresos de esos proyectos mientras se mantiene una experiencia positiva para los jugadores.

Fuente: Elaboración propia (CC BY-NC-ND)