Esta es la fase más intensiva, donde se desarrolla el contenido completo del videojuego. Rogers divide esta etapa en tareas clave:
- Desarrollo de mecánicas: Programar las interacciones jugables y asegurarse de que sean intuitivas y consistentes.
- Diseño de niveles: Crear entornos que sean visualmente atractivos y que fomenten la exploración y el desafío.
- Creación de activos: Diseñar personajes, animaciones, efectos sonoros y música.
Rogers destaca la importancia de una comunicación efectiva entre los miembros del equipo, ya que la colaboración entre artistas, programadores y diseñadores es crucial en esta etapa.