Uno de los ámbitos donde más se utilizan objetos inteligentes, incluso antes de haberse asentado el concepto de IoT, es el del transporte y más concretamente en los vehículos.
En efecto, dentro de un vehículo moderno tenemos una gran cantidad de sistemas inteligentes (sensores, microcontroladores, comunicaciones y actuadores) para funciones tales como: control de encendido electrónico que regula el instante en que saltan las chispas de las bujías para provocar las explosiones en los cilindros, sistema antiderrapes (Electronic Stability Control o ESC) que facilita al conductor estabilizar la trayectoria del automóvil, sistema antibloqueo de frenos (ABS), sistema de contracción de los cinturones de seguridad (cada cinturón cuenta con un pretensor propio, si los sensores del vehículo detectan un choque, el dispositivo inteligente hace que detone una pequeña carga pirotécnica que provoca que el cinturón se retraiga y se pegue firmemente contra el cuerpo), bolsas de aire (airbag), control de climatización, navegador, etc. Hay vehículos que disponen de carputers, que son computadores embebidos (de uso específico) diseñados y programados para actuar en el contexto de un automóvil. Disponen de conexiones de datos tales como Bluetooth, USB, and WiFi y pueden centralizar y coordinar las acciones de los demás elementos inteligentes del automóvil. Incluyen además funciones de autodiagnóstico, regulan la cantidad de aire y de combustible que entra en el carburador, almacenan información sobre las revisiones de mantenimiento realizadas avisando de la fecha de cuando hay que hacer la próxima, se conectan a la nube para obtener información sobre el tráfico y marcar en el navegador las rutas congestionadas, etc.
Aparte de los objetos inteligentes citados, para que los vehículos puedan intercambiar información entre sí y con la plataforma de las rutas por la que circulan se les integra dos unidades IoT: la OBU (On-Board Unit) y la RSU (Road-Side Unit).
La aplicación de IoT al transporte es de gran utilidad ya que hace posible [26]:
Ayuda a la conducción
- Aumento de la seguridad, optimización de los tiempos de viaje, estacionamientos inteligentes, reduciendo el tiempo de búsqueda de plazas de aparcamiento libres. Cobros electrónicos de peajes, facilitando así la entrada en autopistas de peaje por carriles rápidos
- Vigilancia inteligente de infracciones; integrando, por ejemplo, las funciones de tacógrafos para monitorización digital de los periodos de trabajo de los conductores, monitorizando del tiempo de permanencia en una plaza de aparcamiento, etc.
Seguridad y medio ambiente
- Reducción del consumo de combustible.
- En el caso de que un conductor realice una maniobra peligrosa o esté un tiempo excesivo al volante, se producirá una alerta, que puede también notificarse a la plataforma remota.
- Avisos sobre mantenimiento del vehículo, anticipándose a emergencias.
- Tarifas de congestión, en zonas de peaje se cobra según lo congestionada que este la vía, tratando así de reducir los embotellamientos.
- Facilita la recuperación de vehículos después de robos, al estar geolocalizados.
- Detección, alarma y respuesta rápida ante accidentes.
Datos a gran escala (Big Data)
Como en otras aplicaciones de Internet de las Cosas, su aplicación en el transporte permite recopilar en la nube datos de los vehículos a través de los sensores instalados, de esta manera se puede extraer conocimiento a gran escala de las cantidades ingentes de datos generados. También se pueden recopilar de forma centralizada información sobre los comportamientos de los conductores y los vehículos de donde se puede extraer información que redunda en beneficios económicos y en la regulación del tráfico.
Las empresas dedicadas al transporte de mercancías, pueden obtener beneficios añadidos a los anteriormente descritos en cuanto a logística y manejo de flota de vehículos, incluyendo planificación inteligente y optimización de trayectos para flotas y transportistas. Entre otras funciones se pueden obtener las siguientes:
- Recopilación de datos.
Captados por los sensores se obtiene información precisa sobre el rendimiento del vehículo y del comportamiento del conductor. El análisis de estos datos proporciona a los directivos de la empresa una información fiable y precisa para poder tomar decisiones acertadas que repercutirán en la eficiencia para el conjunto de la flota de vehículos y, en definitiva, en importantes ganancias.
- Monitorización de ubicaciones y establecimiento de rutas en tiempo real.
Los dispositivos IoT ubicados en los vehículos y su conexión a la nube hace posible monitorizar en tiempo real su situación y estado, proporcionando una información fiable a las personas responsables de decisiones sobre el establecimiento de rutas seguras y rápidas.
- Logística en el transporte de mercancías.
Los dispositivos de IoT añaden inteligencia a los objetos y, con los sensores adecuados, hacen posible conocer en tiempo real diversos parámetros de una mercancía tales como su ubicación, peso, dimensiones y unidades del mismo producto, etc. Con esta información es posible: a) seguimiento de los paquetes, b) informar a los clientes de cuándo exactamente llegará su entrega, c) optimizar las rutas y los tiempos de tránsito, así como elegir los vehículos adecuados para transportarlos, d) detectar fallos en el mantenimiento de los productos, e) disminuir la perdida de mercancías, y f) prevenir riesgos laborales.
Distintos fabricantes de camiones y vehículos pesados como Mercedes Benz, Scania y Volvo integran inteligencia en sus vehículos de transporte de mercancías. Ya en octubre de 2019 Volvo anunció haber superado el millón de vehículos conectados suministrados a nivel mundial. IoT proporciona al transporte y a la logística de potentes y probadas herramientas para conocer plenamente y en tiempo real la situación y estado de las flotas mejorando la calidad del transporte, así como la distribución y entrega de mercancías [27].

Como resumen, podemos afirmar que la IoT del transporte ayuda a ahorrar tiempo y dinero y a reducir el número de accidentes.