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1. Hogar y edificios inteligentes

1.1 Domótica

La domótica es el conjunto de tecnologías aplicadas al control y la automatización inteligente de la vivienda, que 1) hace posible la gestión eficiente del uso de la energía, 2) aporta seguridad y confort, y 3) posibilita la comunicación entre el usuario y el sistema [2].

La domótica, que podríamos también denominar “hogares inteligentes”, es considerada como una disciplina precursora y pionera dentro del ámbito de IoT, y ya en 2017, según la empresa IHS Markit [3], constituía el área de aplicación dominante en cuanto al número de dispositivos conectados (ver Figura 2), con una previsión anual de crecimiento para los próximos años del 19,6 %.

En los hogares inteligentes encontramos monitorización y control de:

  • Calefacción.
  • Iluminación.
  • Climatización.
  • Localización de llaves.
  • Riego de plantas.
  • Vigilancia de accesos.
  • Seguridad (alarma de fuego, supervisión de los puntos de entrada al edificio, etc.). 
  • Electrodomésticos (frigorífico, horno, etc.). 
  • Dispositivos de entretenimiento (diversión y ocio): TV, música ambiental, etc.
Figura 2.
Figura 2. Número total de dispositivos (en millones) y tasa anual de crecimiento por áreas de aplicación. (Gráfico realizado con datos obtenidos de [3])

1.2 Edificios Inteligentes

Por otra parte, y según se indica en [4], a lo largo del tiempo, los edificios y centros residenciales se han vuelto más complejos y dinámicos con múltiples sistemas y dispositivos que soportan una serie de actividades y procesos. La complejidad a menudo conduce a ineficiencias en la gestión de dichos entornos. Los entornos de edificios inteligentes existen desde hace muchos años, y un ejemplo de esto pueden verse en la iluminación activada por detectores de movimiento de proximidad y en los sistemas de control de calefacción, refrigeración y ventilación programables. Así mismo, los dispositivos que monitorizan los puntos de entrada en el edificio permiten actuar con rapidez ante amenazas potenciales mejorarán la seguridad del edificio.

La Figura 3 muestra ejemplos de sensores y funciones básicas de control de un edificio inteligente utilizando el concepto de IoT. La aplicación múltiple de varios sensores para monitorizar muy diversos parámetros (movimiento, presión del aire, iluminación, temperatura, flujo de agua) en diferentes escenarios permitir la afloración y recolección autónoma de datos relevantes, su transmisión, análisis y ejecución de acciones de control en base a la información obtenida.

La gran cantidad de datos reales obtenidos sobre el funcionamiento de un edificio permite a las comunidades y administradores identificar dificultades e ineficiencias rápidamente, corregir el mantenimiento, mejorar los procesos, ahorrar recursos y adaptarse a los diferentes requisitos de las partes interesadas [ 5, 6, 7 ].

Obviamente, el concepto de edificio inteligente no sólo se aplica a viviendas residenciales, sino también a otro tipo de construcciones: edificios de oficinas, industrias, etc.

Figura 3.3. Sensores y funciones en el contexto de edificios inteligentes (Más detalles pueden verse en [  ]).
Figura 3. Sensores y funciones en el contexto de edificios inteligentes (Más detalles pueden verse en [ 8]).