El flujo de trabajo en la animación para videojuegos es un proceso que combina arte y tecnología para llevar ideas a la realidad interactiva. Desde el primer boceto hasta la integración final en el motor de juego, cada paso requiere una planificación detallada y la colaboración entre artistas, diseñadores/as y programadores/as. Conocer este proceso es crucial para crear animaciones que sean visualmente atractivas y funcionales en el juego. A continuación mostramos las etapas clave del flujo de trabajo:
Diseño conceptual
Todo comienza con una idea. Los artistas conceptuales desarrollan bocetos y storyboards para imaginar cómo se moverán los personajes o elementos del juego. En esta etapa, se define el estilo de animación (2D, 3D o híbrido) y se alinean las necesidades visuales con las narrativas y mecánicas del juego.
Creación del modelo y texturizado
En la animación 3D, esta etapa implica modelar los personajes y objetos utilizando herramientas como Blender. Para la animación 2D, los sprites o recortes se pueden crear en programas como Krita o GIMP. Aquí también se aplican texturas y colores que dan vida al diseño, añadiendo detalles que refuerzan la estética del juego.

Rigging y preparación para la animación
En el caso del 3D, el rigging es fundamental. Este proceso crea el esqueleto que permitirá mover el modelo. El skinning asegura que la malla del modelo se deforme de manera natural con los movimientos del rig. En 2D, las partes del personaje se organizan para facilitar técnicas como la animación por recortes o el uso de keyframes, aunque también hay herramientas que permiten deformar las imágenes o moverlas como un “puppet” mediante una jerarquía y esqueleto básico.
Animación
Durante esta etapa, los animadores definen los movimientos clave (keyframes) y permiten que el software genere los cuadros intermedios. En proyectos más avanzados 3D, se puede utilizar la captura de movimiento (mocap) para obtener animaciones más realistas, como en juegos deportivos o narrativos.
Integración en el motor de juego
Las animaciones se exportan a un motor de juego como Unity ,Godot o Unreal, donde se sincronizan con las mecánicas. Es crucial que las transiciones entre diferentes ciclos de animación (como caminar, correr y saltar) sean fluidas para mantener la inmersión.
Pruebas y ajustes
Antes del lanzamiento, las animaciones se prueban exhaustivamente para identificar problemas de sincronización, velocidad o fluidez. Los ajustes iterativos permiten solucionar estos inconvenientes y perfeccionar el resultado final.
Uno de los mayores desafíos es garantizar la coherencia visual y funcional entre las diferentes etapas del flujo de trabajo. Por ejemplo, una animación que no sincronice bien con las mecánicas del juego puede romper la inmersión del jugador. La clave para superar estos problemas radica en la comunicación constante entre los equipos de diseño y desarrollo, además de realizar pruebas frecuentes en el motor de juego y beta testers.