Personajes 2D y entornos tridimensionales
Algunos proyectos han mezclado elementos bidimensionales con fondos tridimensionales detallados, logrando un estilo visual único que equilibra tradición y modernidad.
Ejemplo
Cuphead: Este juego destaca por su estilo visual inspirado en los dibujos animados de los años 1930, combinando personajes animados en 2D con escenarios tridimensionales. La jugabilidad se centra en combates contra jefes y plataformas, ofreciendo una experiencia única tanto en estética como en mecánicas.
Modelos 3D con sombreado 2D
En otros casos, los modelos tridimensionales han adoptado texturas y técnicas que imitan la apariencia del 2D, ofreciendo un estilo fresco y atractivo que conserva la fluidez de los movimientos.
Ejemplo
The Legend of Zelda: The Wind Waker: Este título de la reconocida saga de Nintendo utiliza gráficos cel-shading para dar a sus modelos 3D una apariencia de animación 2D, creando un estilo visual distintivo y atemporal. El juego combina exploración, combate y resolución de acertijos en un mundo abierto.
Narrativas fantásticas
La animación híbrida se ha utilizado para reforzar el estilo visual de narrativas ricas, combinando escenarios tridimensionales con personajes o efectos que evocan el mundo del anime o el arte clásico.
Ejemplo
Ni no Kuni: Wrath of the White Witch: Desarrollado en colaboración con el renombrado Studio Ghibli, este juego fusiona animación 2D tradicional con entornos y personajes en 3D. La narrativa sigue a un joven que se embarca en una aventura en un mundo mágico, ofreciendo una experiencia que combina elementos de los JRPG clásicos con una presentación visual única.