Los diseñadores son los responsables de dar forma a las ideas abstractas para traducirlas en algo jugable (Spectrum, s.f.). La creatividad ha de ser plasmada en posteriores documentos, que el equipo utilizará para implementar los distintos elementos que finalmente conformarán el producto jugable.
El proceso de ideación muchas veces no ocurre únicamente en la mente del diseñador, ya que cualquier miembro del equipo debería de poder aportar su punto de vista que ayude al crecimiento del proyecto. Lo que sí es cierto es que, llegado determinado punto del desarrollo, es el diseñador el que se encarga de pulir la idea y traducirla a nivel mecánico para tener algo más conciso sobre lo que trabajar.
No es raro pensar por lo tanto que las herramientas de ideación que puede usar un diseñador en su día a día sean utilizadas en muchos otros campos creativos. Al fin y al cabo, su principal objetivo es hacer que la persona responsable pueda anticiparse a los problemas del proyecto y determine la mejor solución que solvente los requisitos de diseño.
Lluvias de ideas
Hacer lluvias de ideas en una pizarra (online o física), debatir un tema concreto, meditar un concepto, desarrollarlo en sucio o simplemente reflexionar sobre el proyecto son algunos de los procesos que pueden seguirse para arrojar luz sobre lo que se quiere desarrollar. No hay una herramienta infalible para este paso del diseño, pero sí que es crucial que el diseñador/a tenga siempre en cuenta los requisitos y restricciones del proyecto que está desarrollando.