Zeus engendró a los gemelos Ártemis y Apolo con Leto, una gran Diosa-madre de Asia Menor, incorporada al politeísmo griego como hija de los Titanes Ceo y Febe (Unidad 2.1). Cuando se cumplió el tiempo de su gestación, Hera intentó impedir el alumbramiento: primero, ordenando que ningún lugar de la tierra acogiera a Leto y luego, cuando la isla de Delos le dio asilo, negándose a enviar a Ilitía; finalmente, según la versión más conocida de este episodio, Leto alumbró, sin ayuda alguna o con la de Ilitía , a Ártemis y ésta, a su vez, actuó como partera de Apolo (Unidad 3.1; 3.3). Leto y sus hijos componían la “Tríada de Delos”, una especie de “familia divina”, que compite con la de Hera (fig. 68). Luciano se inventa esta disputa entre las dos rivales (Diálogos de los dioses, 18.1).
HERA.- ¡Muy guapos son también, Leto, los hijos que le diste a Zeus! LETO.- No todos podemos engendrarlos tal cual es Hefesto. HERA- Pues éste, aunque cojo, es un artista excelente, sumamente útil (…) Tus hijos, en cambio, la una es hombruna por encima de los límites de lo razonable, y montaraz (…) Apolo, a su vez, (…) ni fue capaz de profetizar que Dafne lo rehuiría, y todo eso siendo como es guapo y de hermosa cabellera.