Como muchas otras innovaciones tecnológicas actuales (Internet, p.e.), el origen del concepto está relacionado con la investigación espacial y militar en Estados Unidos. Fueron dos matemáticos, Manfred E. Clynes y Nathan Kline quienes (en el contexto de la NASA, 1960) hablaron de un híbrido humano-máquina capaz de “operar en el espacio” (los “astronautas”) precisando que “for the exogenously extended organizational complex functioning as an integrated homeostatic system unconsciously we propose the term cyborg”.
Los matemáticos Manfred Clynes y Nathan Kline
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Los cíborgs de la ciencia han poblado también la experimentación militar donde la idea y la figura del “soldado máquina” (rodeado de tecnología o en simbiosis con aquella) ha saltado precisamente en el origen del concepto desde “la realidad” a la “ficción” (desde Robocop o Terminator en los años 80 a Iron Man en el universo Marvel del s. XXI).
Chris H. Gray, discípulo de Haraway y uno de los autores de The Cyborg Handbook (1995) amplía el concepto de cíborg, señalando que hay cíborgs no humanos (animales, vegetales) pero que siempre el factor humano está detrás de este “proceso de ciborguización” hacia el cual queremos desplazar nuestro foco de atención. La pregunta que nos lanza Gray es ilustrativa del alcance de este concepto: “No se preocupe por si usted es un cyborg o no. Pregúntese qué tipo de cyborg es”. Los tres tipos de cíborg que Gray distingue son los siguientes:
A) “Simple controllers”:
“cíborgs formados por el uso de interfaces informáticos y digitales, derivados de la comunicación mediada por el ordenador o algún tipo de inyección sobre el cuerpo (vacunas o similares)”.
B) “Bio-tech integrators” (integración “endógena” según Koval, de la máquina al interior del cuerpo):
“Tienen que ver más con la protesificación del cuerpo, con la anexión de elementos articulados o la implantación o la implantación de mejoras de nuestras capacidades fisiológicas”.
C) “Genetic cyborgs”:
El máximo grado de ciborgización, consistente en la formación de híbridos mediante la ingeniería genética, o la transferencia de facultades humanas (conciencia, memoria) a depósitos inorgánicos (chips, discos duros, etc.).
En el ámbito de la MEDICINA, por otro lado, se distinguen dos tipos principales de cíborgs:
A) Los cíbrogs "restaurados"
Reemplazo de funciones, miembros u órganos dañados o perdidos
B) Los cíborgs "ampliados"
Para quienes el objetivo principal es potenciar sus capacidades de modo óptimo (con un máximo de rendimiento de un mínimo de energía invertida en el proceso). El cíborg ampliado intenta exceder las funciones habituales o ganar nuevas funciones.
En el territorio del Arte, esas ideas tienen eco en posiciones distintas como las que representaron figuras de la performance teatral tales como el australiano Stelarc, quien concibe al cuerpo no como un lugar de inscripción social, psíquica o del deseo sino como una “arquitectura evolutiva, materia escultórica” disponible para su “rediseño” [vídeo 2014], y el español Marcel.li Antúnez (uno de los fundadores de La Fura dels Baus), capaz de ironizar desde la dimensión “grotesca” del cíborg poniendo en escena una política participativa del cuerpo en obras como Epizoo (1994) o Afasia (1999) (Sánchez-Mesa 2003).
Performer australiano Stelarc
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=TqtiM1hK6lU
