Una vez que sabemos qué efectos de sonido vamos a necesitar, queda la tarea de producirlos, un fichero por cada efecto que necesitamos en el juego. Para los ruidos que se repiten con variaciones necesitaremos tantos ficheros como variantes queramos usar.
Por ejemplo, podríamos necesitar un ruido de cristales rotos. Pero si lo vamos a usar varias veces, es mejor tener varios para poder ir alternando y que no suene siempre igual. Para cada una de esas variantes, necesitamos crear un fichero de audio. A este proceso de alternar variantes de un mismo sonido se le llama Round Robin.