Uno de los aspectos más importantes dentro de las estrategias de prevención del mosquito tigre es la identificación de rutas de dispersión ya que aporta información de calidad para mitigar la dispersión y para prevenir y/o reducir riesgos, especialmente aquellos vinculados con casos y/o brotes autóctonos que pueden tener un enorme impacto sobre la salud global. Las rutas plausibles de introducción del mosquito tigre a escala mundial se han deducido a partir de datos históricos y observacionales. Sabemos que se extendió primero a las islas del Océano Índico y del Pacífico y, durante la década de 1980 amplió rápidamente su área de distribución, también a través de las regiones templadas, en Europa, América y África 12.
Los enfoques genéticos poblacionales que utilizan marcadores de ADNmt, ADNr y microsatélites están proporcionando, a diferentes escalas espaciales, datos sobre las relaciones filogeográficas entre poblaciones y sobre su diversidad genética 13.
Así, un estudio basado en la genética donde se analizaron mosquitos de diferentes localidades ha permitido determinar que el mosquito tigre entró en tres puntos de Europa proveniente de tres lugares diferentes. La primera introducción en Europa tuvo lugar en Albania en 1979, en un depósito de neumáticos utilizados. Los estudios genéticos revelaron que los mosquitos provenían de China, a través del intenso comercio marítimo existente. Este largo trayecto era llevado con éxito debido a que los neumáticos usados se encontraban almacenados en el país de origen (China) en almacenes exteriores a la espera de ser transportados, de manera que acumulaban en su interior agua de lluvia, este elemento permitía al mosquito tigre o bien viajar en fase larvaria o viajar en las paredes interiores en forma de huevo, pudiendo así llegar a destinos muy lejanos con éxito. En el 1990 fue Italia el país afectado, los análisis mostraron que su procedencia no era albanesa, ni de Asia, sino de Estados Unidos, la razón de esta llegada radicaba en el acuerdo económico – marítimo de neumáticos usados con la ciudad de Atlanta-. Evidentemente Estados Unidos ya tenía presencia de mosquito tigre desdedes del 1985 fruto de una vez más el comercio de neumáticos usados procedentes en esta ocasión de Japón. Ya en nuestro siglo, una nueva entrada de mosquitos sucedió en el centro de Italia, los resultados sugieren que la procedencia era de China. En resumen, el comercio de los neumáticos usados han sido principalmente el elemento que ha permitido al mosquito tigre viajar de una punta a otra manteniendo su ciclo biológico 14.
No obstante también se ha encontrado repetidamente en Holanda (2005, 2006 y 2007) y en Malta mosquito tigre en las instalaciones de empresas importadoras de bambú de la suerte (Dracaena sanderiana), dado que en su sustrato puede viajar el mosquito tigre principalmente en estado de larva o huevo 15,16.
En resumen, estos tres puntos de entrada son la fuente original del mosquito tigre en el resto de Europa. A pesar de desconocer con exactitud el momento y la causa de las introducciones, con los análisis genéticos es posible trazar la historia de las diferentes introducciones y descubrir así las rutas de dispersión de la especie.
Lo que el estudio genético confirma es que el mosquito tiene una capacidad de dispersión limitada por sí mismo, y que somos los humanos los que los transportamos sin darnos cuenta de un sitio para otro. De hecho, la composición genética muestra que la dispersión del mosquito tigre encaja perfectamente con la topología de las redes de comunicación humanas: barcos, trenes y carreteras. El estudio genético desvela similitudes poblacionales en algunas regiones que indicaría el movimiento por carreteras de la especie. Los mosquitos introducidos en Albania se han expandido por los Balcanes. Por otro lado, los mosquitos introducidos en el norte de Italia han llegado hasta el norte de Francia. En el sur de Francia y España, parece que hay es una mezcla de mosquitos llegados de dos focos italianos: el introducido desde China y el de Estados Unidos – Japón 17.
De acuerdo con esto, en estudios más locales se ha demostrado los mecanismos humanos que utiliza el mosquito tigre para desplazarse a cortas y medias distancias. De manera que el transporte accidental en coches contribuye a la dispersión del mosquito, y en concreto por el territorio español se estima que en verano cada día circulan por el Área Metropolitana de Barcelona entre 12.000 y 71.000 coches con un mosquito tigre en su interior 18 .