Sin duda la globalización ha jugado y juega un papel importante en este proceso de invasión, la facilidad para transportar rápidamente elementos de un lugar a otro en muy poco tiempo se ha convertido en una gran ventaja para muchas especies, sin alterar negativamente sus capacidades lo que les confiere una mayor facilidad.
De esta manera las vías de entrada pueden ser diversas y provocadas por diferentes motivos. Algunas son introducidas de manera accidental, a través del comercio o del transporte, como es el caso del mejillón cebra en la cuenca del Ebro, que fue transportado por el casco de los barcos de manera fortuita y que está causando graves daños, pudiendo alterar en ocasiones el normal funcionamiento de importantes infraestructuras eléctricas, o contaminando a otros productos como las semillas de ambrosia en los piensos para pájaros, o como el mosquito tigre transportado accidentalmente mediante el transporte de neumáticos usados o por los productos de jardinería. Otras especies invasoras son introducidas por el ser humano de manera intencionada para actividades cinegéticas como la caza o la pesca (como el siluro o el arruí) o aprovechamientos como la agricultura, silvicultura, acuicultura, horticultura, jardinería, con fines recreativos, o para usarlos como mascotas (tortuga de florida), para las pieles (visón americano), o como agentes de biocontrol (mariquita asiática)8 .
En resumen, la forma en que se liberan en la naturaleza varía considerablemente dependiendo del grupo de especies, del entorno y de los diferentes intereses. En este sentido cabe destacar la compra irresponsable que permite la adquisición de mascotas exóticas que en un corto período de tiempo son abandonadas, pero las cuales consiguen sobrevivir, adaptarse y establecerse con éxito (como las cotorras argentinas, mapaches o los galápagos de Florida). Para evitar este problema, la información, y la concienciación y sensibilización es clave para tomar conciencia de la responsabilidad de cada persona, y competencia de la administración regular este tipo de comportamientos incívicos.
Otro elemento importante dentro de los procesos de invasión es el cambio climático. Actualmente es una realidad que el cambio climático alterará la estructura y composición de las comunidades nativas y como consecuencia, el funcionamiento de los ecosistemas, aumentando así el riesgo de invasiones biológicas. Si bien por un lado algunas especies exóticas e invasoras podrán sucumbir bajo los efectos del cambio climático, otras podrán volverse capaces de sobrevivir y colonizar zonas donde actualmente no pueden sobrevivir debido a las limitaciones impuestas por el clima, como ha pasado con los mosquitos Anopheles transmisores de la malaria en Kenia.
Los efectos del cambio climático no sólo afectarán al éxito de las invasiones, sino también a todo lo que conforma el proceso de invasión, como por ejemplo a la eficacia de los métodos de gestión para su control.
Acorde con el patrón europeo, los hábitats más antropizados o perturbados, así como los hábitats fluviales y costeros, parecen ser los más invadidos por especies oportunistas de marcado carácter invasor. En este sentido España muestra un grado de invasión muy heterogéneo encontrándo valores más elevados en las zonas metropolitanas, en la costa mediterránea y en el sur peninsular. Estos valores se relacionan con unas temperaturas medias cálidas, el porcentaje de áreas urbanas y la proximidad de estas zonas a la costa.
Por todo ello es esperable que especies que actualmente se ven limitadas en distribución debido a un clima relativamente severo tengan más oportunidades para establecerse y llegar a ser invasoras bajo condiciones más favorables o debido a que especies nativas se vean perjudicadas.
Aun así, es difícil predecir con exactitud si el cambio climático favorecerá ampliamente a las especies exóticas invasoras, ya que además del clima intervienen otros factores que pueden alterar el resultado, como es la resistencia del propio ecosistema, la interacción con otras especies, etc. Es por ello especialmente relevante que se lleven a cabo o programas de monitoreo coordinados en diferentes territorios, con sistemas de alerta temprana que permitan detectar de manera inicial las invasiones y reducir al máximo las posibilidades de éxito 9 .