El virus Usutu (USUV) se describió por primera vez en mosquitos de la especie Culex neavei en Sudáfrica en 1959. Diversas cepas del virus fueron identificadas sucesivamente en varias especies de mosquitos y aves en África, hasta que se detectó por primera vez en un humano con fiebre y erupción cutánea en 1981 en la República Centroafricana (Vázquez et al, 2011). Sin embargo, el virus Usutu no era considerado una amenaza importante para la salud humana o animal hasta su primera aparición fuera de África, en Viena en 2001, donde fue implicado en un brote de alta mortalidad en aves (mirlos). Desde esa fecha el virus se ha ido expandiendo por grandes áreas de Europa (a menudo coincidentes con las zonas afectadas por el WNV, de ecología similar a la del USUV), donde existen evidencias de su presencia anteriores a 2001, Por ejemplo, en Italia en 1996, donde estudios retrospectivos lo identifican como responsable de una alta mortalidad en aves silvestres. Acompañando esa dispersión por Europa, a menudo asociada con mortalidades en aves, el USUV pronto se asoció a casos esporádicos de enfermedad en humanos, especialmente en personas inmunosuprimidas. La mayor parte de los casos humanos detectados hasta ahora han ocurrido en Italia (21 por ahora), debido a que este país tiene implementado un programa de vigilancia muy eficaz frente a WNV que también contempla la detección de USUV. Otros países que han reportado casos de infección por USUV en humanos son Croacia (3 casos), Hungría (1) y la República Checa (1), todos ellos en 2018, y 1 caso más en 2020 en Suíza (Cadar, D. and Simonin, Y, 2023). Igualmente el virus ha sido detectado en donantes de sangre asintomáticos, lo que supone un riesgo para la transfusión de sangre que debe ser controlado mediante una adecuada vigilancia.
Al igual que ocurre con el WNV, la dispersión del USUV parece estar mediada por los movimientos de aves, intercontinentales (Africa-Europa) en caso de las aves migratorias. En este sentido hay un reservorio genético del virus en África Subsahariana, donde se han descrito 3 genotipos o linajes genéticos claramente distinguibles entre sí (África 1-3). Incursiones de al menos dos de estos tres genotipos (2 y 3) han sido detectadas en Europa, donde a su vez existen genotipos propios de este continente (Europa 1-5).