Los flavivirus en su evolución se han ido adaptando a distintos ciclos biológicos que involucran un rango tanto de vectores biológicos como de hospedadores. Así, los diferentes subgrupos de flavivirus se caracterizan, en primer lugar, por el tipo de vector biológico que utilizan. Mientras que en un grupo numeroso de flavivirus la transmisión recae sobre mosquitos principalmente, hay otro grupo de flavivirus que es transmitido principalmente por garrapatas (Tabla 1). De hecho, esta especialización evolutiva va un paso más allá, y determinados flavivirus transmitidos por mosquitos se han especializado en mosquitos del género Aedes (por ejemplo, Zika, fiebre amarilla o dengue) mientras que otros muchos flavivirus fían su transmisión principalmente a mosquitos del género Culex (por ejemplo, los virus West Nile, Usutu, encefalitis japonesa, valle de Murray o encefalitis de Saint Louis). Del mismo modo, los flavivirus transmitidos por garrapatas adaptan sus preferencias a determinados géneros y especies de estos parásitos. En segundo término, también hay una adaptación a los hospedadores vertebrados, si bien esta está determinada en cierta medida por las preferencias que tenga el vector en cuanto a la especie o especies de cuya sangre depende el desarrollo de sus huevos.Así, una gran parte de las especies de mosquitos del género Culex dependen para su reproducción de chupar sangre de aves (es decir, son ornitofílicas), mientras que las especies de mosquitos del género Aedes tienden a ser mamofílicas, es decir, buscan sangre de mamíferos –a menudo humanos- para su reproducción. De igual forma se puede afirmar que algunos flavivirus transmitidos por garrapatas adaptan su ciclo al tipo de vertebrados preferidos por la especie de garrapata que les sirve de vector. Así, hay flavivirus transmitidos por garrapatas que se han adaptado a los mamíferos que preferentemente parasitan éstas. Por ejemplo, el ciclo biológico del virus de la encefalitis centroeuropea, o Tick-borne encephalitis virus, TBEV, involucra especies de garrapatas del género Ixodes que parasitan mamíferos que van desde ratones a ungulados silvestres y domésticos. Por otro lado, hay flavivirus como el virus Meaban que son transmitidos por especies de garrapatas del género Ornithodoros con preferencia sobre aves marinas.

Figura 2. Árbol filogenético de los flavivirus mostrando los diferentes grupos según el vector al que se han adaptado. (Fuente: Creative Commons).
Si bien cada especie de flavivirus es el resultado de una radiación evolutiva basada en estas adaptaciones ecológicas a determinados géneros y especies de vectores y hospedadores, no obstante, en muchos casos se trata de virus muy versátiles, verdaderos “generalistas ecológicos” que mantienen una capacidad sorprendente para emprender caminos evolutivos fuera de su ciclo adaptativo original. Esta sería la causa del éxito evolutivo de algunas especies de flavivirus, la más notable de las cuales es, sin duda el WNV, verdadero paradigma de patógeno emergente que ha alcanzado en las dos últimas décadas una distribución mundial. Aunque en la naturaleza se mantiene en circulación mediante un ciclo que involucra a mosquitos del género Culex y a aves silvestres, el WNV mantiene una capacidad notable para infectar prácticamente cualquier tipo de vertebrado terrestre, ya que además de aves puede infectar a humanos y equinos –a los que provocar una grave enfermedad neurológica-, entre otros mamíferos, pero también a reptiles y hasta a anfibios. El hecho de que el ciclo natural se restrinja a aves es solamente porque son éstas las que más eficazmente propagan el virus en su organismo, alcanzando durante la infección viremias lo suficientemente altas como para que un mosquito que chupe esa sangre sea infectado y prosiga el ciclo de transmisión. Esas altas viremias no ocurren cuando este virus infecta a otros hospedadores como humanos o caballos, que en consecuencia no son competentes para la transmisión, de ahí que se les considere epidemiológicamente como hospedadores accidentales o en fondo de saco.
Esta capacidad invasiva del WNV es compartida por otros flavivirus, que han visto ensanchar su rango geográfico en los últimos tiempos de forma muy notable. Ejemplos destacados de ello son los virus Zika, Usutu, Bagaza y Tembusu (Chastel et al, 2012; Smith, D.R. 2017), todos ellos transmitidos por mosquitos, que han invadido nuevos territorios en los últimos años, probablemente de la mano de fenómenos asociados al cambio global mencionados anteriormente (Benzarti, E. et al, 2019). Tres de estos flavivirus (WNV, USUV y BAGV) han invadido la Península Ibérica en tiempos recientes. Los siguientes párrafos se enfocarán en estas tres emergencias sanitarias.