Introducción
Dada la importancia del conocimiento por parte de la sociedad de un problema relativamente reciente y de una significativa complejidad como es el cambio climático, en este módulo se abordan diferentes aspectos relacionados con la educación para la lucha contra el cambio climático, haciendo un recorrido a través de los diferentes entornos de aprendizaje, formales, no formales e informales; así como de diferentes metodologías didácticas, aspectos todos ellos conducentes a una alfabetización ambiental y sobre el cambio climático por parte de la ciudadanía en ese aprendizaje a lo largo de toda la vida.
La educación para la lucha contra el cambio climático puede verse como un caso específico de algo más amplio que es la educación ambiental, que es un ámbito de conocimiento relativamente reciente dentro del campo de la educación. Una de sus conceptualizaciones se relaciona con la propuesta del 2º Congreso de la Educación y la Formación de Personal relativo al Medio Ambiente, de 1987 (Labrador y del Valle, 1995): "Proceso permanente en el que los individuos y la comunidad se conciencian de su medio ambiente y adquieren los conocimientos, valores, destrezas, experiencias y también la determinación que les permitirá actuar -individual y colectivamente- para resolver los problemas ambientales presentes y futuros”.
La educación ambiental (para la sostenibilidad, que habría que añadir ahora), es un ámbito dinámico con diferentes orientaciones. En la tabla 1 se recogen algunas de las mismas, explicitando en la práctica tensiones entre diferentes posturas, aunque las de la columna de la derecha son las más acordes con las propuestas actuales. Piénsalo, si quieres educar para luchar contra el cambio climático, ¿en qué columna te posicionas tú en cada caso?
Objetivos: * Proporcionar conocimientos |
Desarrollar competencias para la acción |
Los problemas ambientales deben ser resueltos por "especialistas" | Todas las personas deben implicarse en la "resolución" de los problemas ambientales |
Liderazgo | Participación democrática |
Debemos frenar el desarrollo ("crecimiento cero") | Existen muchas direcciones posibles para el desarrollo: ¿un desarrollo sostenible verdaderamente sostenible? |
El pasado como referencia de nuestras actividades presentes | Estudiar posibles escenarios de cambio para el futuro: pensamientos "utópicos" |
Valores intrínsecos en la naturaleza | El mejor modo de utilizar la naturaleza depende de unos valores humanos |
Preservar espacios para la conservación | Crear espacios para la conservación |
Ética ambiental | Ética socioambiental, que contemple además un comportamiento adecuado con otras personas actuales y futuras |
Alterar la naturaleza lo menos posible | No producir cambios irreversibles en la naturaleza |
Argumento para la conservación: preocupación por las especies naturales | Argumento para la conservación: preocupación por preservar la biodiversidad para las futuras generaciones |
Disociación entre las comunidades humanas y la naturaleza | Considera que las relaciones ser humano-naturaleza son inseparables |
Énfasis en la ecología de los sistemas naturales | Énfasis en la ecología humana |
Gran importancia de las experiencias individuales | La experiencia de la comunidad es fundamental para la Educación Ambiental |
Mitigación de riesgos naturales | Prevención de riesgos socioambientales |
Tabla 1. Dilemas planteados en relación a la educación ambiental y para la sostenibilidad (modificado de Breiting, 1994)
Si queremos educar para actuar contra el calentamiento global, ¿tendremos solamente que preparar un material donde se explique bien que es el cambio climático, sus causas y consecuencias, cómo podemos reducirlo y que los docentes, a su vez, se lo entreguen y se lo expliquen a sus estudiantes para que ellos lo estudien y actúen en consecuencia? Podemos intuir que la solución es más complicada. Estamos hablando de educación, y tenemos que reflexionar sobre cómo se aprende y cómo debemos enseñar, en este caso, sobre todo lo relacionado con el medioambiente. Aprender es un fenómeno complejo y enseñar, aún más. Porque para enseñar tenemos que tener en cuenta la complejidad del aprendizaje, a lo que hay que sumarle una serie de condicionantes adicionales relacionadas exclusivamente con la enseñanza.
En el ámbito del aprendizaje, se han hecho numerosos avances. Desafortunadamente, el conocimiento en el ámbito de la enseñanza va mucho más atrás. Una de las fronteras actuales más fascinante sobre el aprendizaje se sitúa en el propio funcionamiento del cerebro que aprende, en las que confluyen las neurociencias con los ámbitos clásicos de la psicología e incluso de la pedagogía y la educación. Una de sus aplicaciones a la educación es la idea de que las emociones positivas, e incluso negativas, en una intensidad moderada (en exceso, también dificultan), pueden ayudar al aprendizaje. Volviendo a nuestra pregunta de más arriba, ¿simplemente escuchar la explicación del docente sobre el cambio climático será suficiente para llegar a este nivel óptimo de emociones? Además, se subraya la importancia de la motivación (estado emocional que nos impulsa a emprender y mantener una conducta con un objetivo determinado), que puede incrementarse promoviendo el valor subjetivo del tópico del cambio climático y en mejorar las expectativas. Lo primero se logra facilitando la comprensión del objeto de estudio, utilizando ejemplos o contextos conectados a los intereses de los estudiantes, demostrando la propia pasión de quien enseña, exponiendo explícitamente su importancia, conectar lo que se aprende con contextos o ejemplos donde se refleja su utilidad, realizando actividades que transciendan al aula (Ruiz-Martín, 2021).
En cualquier caso, no es válida esa metáfora del proceso de enseñanza-aprendizaje en la que se concibe la mente de los discentes como pizarras en blanco sobre las que los docentes (o, más genérico, los que tratan de enseñar) escriben sin más, generándose automáticamente así el conocimiento, de manera que escribiendo correctamente, sin errores y con claridad, se aseguran los aprendizajes correctos. ¿No es esto, lo que subyace en nosotros cuando para formar en la lucha contra el calentamiento global confiamos exclusivamente en buenas explicaciones de los mecanismos físicos, químicos, biológicos y geológicos de cómo ocurre este cambio climático, incluyendo la enumeración de las acciones humanas que lo propician o favorecen y las medidas que, individualmente y como sociedad, hemos de tomar para contrarrestarlo? Esta visión de la enseñanza-aprendizaje forma parte de un modelo que podríamos denominar transmisivo, que muchos, docentes y no docentes, tenemos totalmente interiorizado y que cuando llega el caso, es lo que realmente aplicamos.
Volveremos más adelante sobre estos modelos de enseñanza-aprendizaje y cómo podríamos concebir otro modelo más sólido y que pueda ofrecer mejores resultados.