Como conclusión de esta unidad, se puede afirmar que existen muy diversas alternativas para configurar una red dentro del contexto de IoT, y para seleccionar la mejor tecnología hay que analizar con detalle la aplicación. Además, en función de ella, se considerarán los distintos parámetros de la red: alcance geográfico, número de dispositivos interconectables, latencia (es decir, tiempo de establecimiento inicial de la conexión), caudal de datos requerido, seguridad, consumo de energía, gestión y mantenimiento de la red, precio, etc.
El objetivo último de los investigadores e ingenieros en este ámbito es llegar a definir un estándar común adecuado para que todos los objetos inteligentes del mundo puedan comunicarse entre sí, siendo lo suficientemente flexible para adaptarse a los cambios tecnológicos del futuro.