Como se ha podido comprobar a lo largo de todo el documento, los dispositivos móviles son una herramienta fundamental hoy en día y el ámbito educativo no queda exento de ello. Son muy útiles para el aprendizaje, siempre y cuando este esté programado y el docente tenga una amplia formación al respecto, de este modo los beneficios superarán siempre a las posibles desventajas o limitaciones y se lograrán alcanzar los objetivos propuestos.
Al igual que otras tecnologías ya son implementadas de manera natural en las aulas, se debe conseguir que el dispositivo móvil no se vea como un elemento extraño en los procesos de E-A, sino como una herramienta más de la que poder extraer el máximo potencial para que los aprendizajes sean significativos y para que los estudiantes dispongan de ellos con fines académicos.
Además, las aplicaciones destacadas, así como muchas más, engloban diferentes aspectos claves de la competencia digital, tanto la del docente como la del discente, en la que se enmarcaría el empleo de esta metodología. Son muchas las experiencias que se han ido nombrando y que van surgiendo en el ámbito científico que corroboran la necesidad de poner en práctica este empleo de dispositivos móviles, y las diferentes etapas educativas no deben quedarse al margen de ello.