Los divulgadores existen desde que el mundo es mundo. Tal y como define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española al verbo divulgar, siempre ha habido alguien con la necesidad y el sentido del deber para “publicar, extender y poner al alcance del público algo”. Lo que nunca habían tenido los divulgadores a su alcance es una herramienta tan potente como las redes sociales y, gracias a ella, una capacidad tan grande para llegar e influir en un público masivo.
Una de estas herramientas, la más potente aún según datos arrojados por la citada encuesta de la Fecyt, son los medios de comunicación, aunque a este asunto vamos a dedicarle un punto específico de este módulo más adelante.
¿Qué herramientas tiene, pues, a su alcance un potencial divulgador que quiera acercarse al público? Vamos a recopilar varias de ellas:
Instalaciones científicas y tecnológicas
Un laboratorio, una sala blanca, un buque oceanográfico, un gran telescopio o la finca experimental son ejemplos de instalaciones susceptibles de ser mostradas al público. Son un catalizador por la fascinación y curiosidad que éstas pueden provocar en el público.
Museos y espacios de divulgación
Seguro que tu institución o tu ciudad cuenta con un espacio donde poder participar con algún proyecto de divulgación. Estos lugares están preparados para atraer al público y pueden ser un aliado en la tarea.
Publicaciones de divulgación
Es muy probable que la institución en la que trabajas tenga sus propias publicaciones (como es el caso del Consejo Superior de Investigaciones Científicas o de la mayoría de las universidades) y, en ese caso, sólo tienes que tener una buena idea y proponerla.
Ciclos de conferencias
Es uno de los formatos clásicos en materia de divulgación, pero, en contra de lo que se vaticinaba, no ha fallecido. Las conferencias y charlas siguen siendo una de las herramientas más populares para contarle al público la ciencia y la mayoría de instituciones y unidades de cultura científica las organizan.
Conmemoraciones científicas
Los años dedicados a una temática o los días internacionales suelen ser una excelente excusa para abordar temáticas científicas. Haz la prueba: escoge al azar un mes del año y comprueba cuántos días están dedicados a ciencia, medicina o salud.
Exposiciones
Este proyecto requiere de mayor dedicación y presupuesto. En algunos proyectos de investigación suele proponerse como acción de divulgación y, por lo tanto, se incluye en el presupuesto del proyecto.
Eventos globales de divulgación
Aquí encontramos desde las ferias de las ciencias a La Noche Europea de los Investigador@s o la Semana de la Ciencia y la Tecnología. Por cierto, ¿sabías que la Semana de la Ciencia tiene su origen en Francia, en 1991, cuando Hubert Curien, ministro francés de Investigación, decidió celebrar el décimo aniversario del Ministerio abriendo sus jardines por primera vez al público? Este evento local adquirió carácter nacional y periodicidad anual. Desde 1993, cada año se celebra la Semana Europea de la Ciencia. En España, se celebra con carácter general desde 2001.
Didáctica de la ciencia
Aquí englobamos la elaboración de materiales didácticos y también las interacciones y visitas a los centros educativos.
Concursos y certámenes
Cada vez son más los concursos que se organizan para fomentar la divulgación de la ciencia: ilustraciones y fotografías científicas, canciones y raps de la ciencia, relatos de inspiración científica, ideas de innovación, etcétera.
Proyectos concretos de divulgación
Cuando se segmenta el público al que va dirigida la divulgación, surgen proyectos concretos muy interesantes. En el caso de CSIC, tiene en marcha algunos como ‘Ciudad ciencia’ -dirigido a poblaciones medias, de entre 15.000 y 30.000 habitantes- y ‘Ciencia en el Barrio’ -enfocado a centros educativos en barrios de exclusión social-.
Canales de comunicación de la institución
Decía el estratega militar Sun Tzu, que para ganar batallas lo primero es conocerse bien a sí mismo. En este caso que nos concierne, conocer bien la institución en la que trabajamos y las herramientas que nos ofrece puede abrir un mundo de posibilidades a la hora de divulgar. Página oficial, boletines, revistas, publicaciones, ciclos, etc.
Redes sociales
Hubo un manifiesto hace casi dos décadas ya denominado ‘Manifiesto Cluetrain’. En él se hacía hincapié con un acierto pasmoso sobre la importancia de internet en nuestras vidas y, sobre todo, afirmaba que cualquier organización debía entender que ‘las conversaciones’ se estaban produciendo en la red, y que las instituciones y las empresas debían estar “allí, donde está la gente”. Sigue de rabiosa actualidad: no se puede divulgar de espaldas a las redes sociales, y éstas nos ofrecen multitud de formas para hacerlo.

Fuente: XXXXXXXXXXXX