Me parece una iniciativa muy necesaria. A menudo los hombres jóvenes no cuentan con espacios donde hablar abiertamente sobre sus emociones, relaciones o dudas sin miedo a ser juzgados. Bróders ofrece justamente eso, un entorno seguro y anónimo donde se pueda conversar con naturalidad sobre temas que socialmente siguen siendo tabú para muchos chicos, ayudando a romper con los estereotipos de masculinidad. En mi opinión, propuestas así son clave para promover una educación emocional más sana, lo cual también contribuye a prevenir conductas vinculadas a la violencia de género. Finalmente, sugiero que surjan más espacios similares, tanto en espacios virtuales como presenciales (colegios, institutos, universidades, etc) para que de esta forma poco a poco se vaya normalizando y sean conscientes que el mostrar sus inquietudes y emociones no es algo malo ni los hace menos hombres, al revés los hace más humanos.
